Give me back my body!! [Bang Chan]☆

T R E I N T A

/•'☔'•\

Sky había esperado a Chan hasta la hora de salida. No tenía nada que hacer, así que era más fácil pasar las horas con él, que estar en la casa del australiano, mirando el techo como si fuera la cosa más fascinante del mundo.

Ella tenía sus manos hundidas en sus bolsillos y su mochila terciada en su brazo, mientras daba vueltas afuera de la institución.

¿Chan me gusta?; esa pregunta paso por la mente de Sky, pero fue borrada, al ver al chico salir con el humor de perro.

Este siguió su camino, sin percatarse que detrás de él, caminaba con tranquilidad, Sky.

— ¿Qué tienes, Chan? —Inquirió Sky tomándolo sutilmente de su mano para detenerlo.

— Nada —Negó soltando la mano de Sky.

— De no ser nada, no tendrías el ceño fruncido haciendo denotar tu enojo —Dijo Sky sonriendo.

— Es SungDae —Respondió a cabo de unos minutos caminando en el silencio. —. No sé qué tiene en contra de ti, eso me harta.

— No es tan importante en realidad, así que no te preocupes —Musitó Sky sin dejar de caminar.

— Cómo no preocuparme si te quiero —Soltó sin pensar Chan, haciendo que Sky se diera vuelta y lo mirará perpleja a lo que había dicho.

Chan no iba negar que quería a Sky, que era una de esas personas que quieres en tu vida para siempre, ya que siempre te ayuda a ser mejor cada día, y saca lo mejor de ti , aunque estés en un mal día.

Él estaba claro que desde hace tiempo había dejado de ver a Sky como una loca, asocial o cualquier otro sinónimo que quisiera utilizar; él solo veía una chica dulce que le costaba ser abierta, pero sin duda alguna amaba los sentimientos puros, aunque se escondiera dentro de una personalidad farsa para no volver a salir lastimada.

— No me quieras —Se negó Sky sonriendo pero en realidad, esa sonrisa solo mostraba aflicción. —. Yo no estoy bien —Dio un paso hacia atrás. —. Como lo aparento.

— Y de estarlo, también te voy a querer —Dijo con firmeza. —. Ya no me importa a la verdad o la mentira que sea ese rumor, porque estoy más que seguro, que no eres lo que dicen. Jamás lo seras.

Ella se dio vuelta y siguió caminando dejando atrás a Chan.

Este corrió para alcanzar y la tomo de un brazo para detenerla, pero Sky se detuvo por si sola, y miro a los ojos.

— No digas mentiras que al final yo me voy a terminar creyendo, Chan —Se soltó y siguió, dejando a Chan parado en medio de la calle.

Chan al llegar a casa, no tardó en lanzarse en la cama y maldecir tantas veces pudiera sobre lo que estaba pasando con todo esto.

Era increíble, que Sky pensará que lo que le había dicho era una mentira; él jamás le mentiría.

Cansado de estar en la cama sin hacer nada, se levantó mientras que Baggi lo seguía con la mirada hacia el librero.