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Emprendía su rutinario viaje mirando hacia el cielo despejado, totalmente azulado, a pesar de que el frígido aire hacía sacuidir a los árboles que carecían de hojas secas; era un clima agradable.

TaeHyung siempre salia media hora antes, para poder disfrutar del camino, sin demora sacó de su mochila su pequeño sándwich y comenzó a devorarlo sin ningún remordimiento. Su equipaje era un poco más pesado de lo común, pero no le molestó en absoluto.

Sus pisadas hacían crujir las hojas regadas por toda la calle, aún faltaba camino por recorrer y él ya había culminado con su desayuno aunque su estómago exigía un poco más.

TaeHyung hizo un mohín, aún tenía hambre y él había olvidado su segundo desayuno, para el receso entre clases.

Y resignado comenzó a divagar en su mente para encontrar distracción y engañarse así mismo, o al menos a su estómago glotón.

Cerró sus ojos un par de segundos y sin querer su corazón se sacudió un poco al recordar la calidez que Jungkook le brindó al tomar sus manos.

Aquel sentimiento... ¿Significaba... Algo?.

No, él en realidad se equivocaba... Jungkook solo lo buscaba por la banana milk.

Porque... ¿Quién se enamoraría de él?, y mucho menos alguien como él perfecto y famoso Jeon Jungkook.

Era una estupidez el osar fantasear con aquello.


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— Kim...¿Me obligaras a ser rechazado de nuevo?. — gruñó jungkook revolviendo su azabache cabello, un poco exasperado cuando noto la risilla de TaeHyung.

— Buenos días a ti Kookie... Omitamos esto por hoy. — y sin dejarlo hablar sacó un sixpack de banana milk. — Es... Una disculpa por haberte... ¿Rechazado?.

— Kim, necesito que seas mi novio y lo serás. — anunció antes de ser interrumpidos por el profesor quien recién ingresaba al aula.

TaeHyung agradeció implícitamente la intromisión, pues así logró evadir al azachabe cuando no pudo evitar que sus mejillas se pusieran  intensamente rojizas.

A este paso TaeHyung caería... Y sabría que sería malo, cuando en realidad sólo era un simple juego.


🌧️

El pelirubio no entendía la lógica climática, parecía que el cielo se caería en pedazos cuando al fin habían acabado las clases.

TaeHyung amaba la lluvia, pero su diadema era nueva, además, sus zapatos estarían empapados para cuando llegara a casa, su abrigo no tenía un gorrito para cubrir su cabellera y si utilizaba su mochila quedarían estropeados sus libros.

Tal vez la mejor opción sería esperar un par de minutos hasta que cesara aquella inminente lluvia.

Jungkook examinó a TaeHyung desde la lejanía, mordió su labio cuando aceptó que parecía un completo acosador y no sólo eso, era patético.

— Dios Jeon Jodio Jungkook. — murmuró cuando cuestionó su seguridad que mofaba tener. - que en estos momentos carecía-

— Solo es por la leche, exacto. — repetía una otra vez.

Inspirado por su preciada necesidad, tomó su bufanda sujetando duramente la afelpada tela, llegó hasta Kim y comenzó a enredarla cuidadosamente entre su cabello  sostuvo su mano y lo jaló hacia él.

TaeHyung admiraba todo totalmente sorprendido sin poder reaccionar adecuadamente.

El delicioso aliento de Jungkook impactaba contra todo su rostro por lo cerca que se encontraban.

¿Cómo debía reaccionar?

¡¿Qué debía hacer cuando sus piernas parecían como gelatina, amenazando con perder su estabilidad?!

— Kim, sólo confía en mi. — y sin agregar algo más Jungkook lo cargó vigorosamente el cuerpo de TaeHyung.

— ¡¿ Kookie que estas haciendo?!. — él corazón de TaeHyung latía ferozmente.

¿ A caso el popular y cotizado Jeon Jungkook lo estaba cargando para evitar que se mojaran sus zapatos?.

Ah.

KIM'S "B"---KOOKTAEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora