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Un TaeHyung triste comía su pastel, ese esponjoso con una humedad increíble y con esa crema con blueberries perfectamente colocados en la capa intermedia entre ambos bizcochos, sin duda era un pastel muy delicioso, pero TaeHyung tenía el semblante similar al de un niño en su fiesta de cumpleaños en el cual ninguno de sus invitados había llegado a la celebración.

JiMin estaba al pendiente del niño que horas antes había traído consigo en un intento torpe de hacerlo sentir bien.

Con insistencia y enojo mandaba mensajes al azabache que tendría que haber estado desde hace una hora en la cafetería.

A pesar de ser un día entre semana en la tarde, la cafetería se encontraba parcialmente llena y el castaño no podía encontrar el momento justo de ir con el menor para hablar, se encontraba atendiendo a los clientes, algunos indecisos que le hacían perder su tiempo y comenzar con el malhumor que pronto se iba apoderando de él.

Sonreía pesadamente y hacía los cafés, definitivamente iba a asesinar a Jeon si no le daba una buena excusa.

Los minutos pasaron y el castaño suspiró cuando ahora los pocos clientes que yacían estaban con sus pedidos.

Corrió a la barra y cortó una rebanada de un ópera sonriendo maliciosamente cuando lo cargó a la cuenta de Jungkook.

— Este aún no lo pruebas, puede que no te guste por su sabor a café y ganache de chocolate amargo... — dijo JiMin ofreciendo la rebanada de pastel y para después sentarse enfrente del chico que lo miraba con su ceño fruncido no convencido del todo por la explicación del mayor.

— Gracias JiMin-ssi...— TaeHyung comenzó a comer el pastel, las muecas y gestos que hizo demostraron lo poco que le agradó el pastel.

JiMin sonrió. — Escucha... Jungkook siempre es un idiota, ¿sabes que lo puedes dejar en cualquier momento?, después de todo no hay nada entre ustedes.

— Kookie es mi primer amigo, además me cuida mucho a cambio de banana milk.

— Si es por eso... Yo podría cuidarte...

TaeHyung abrió sus ojos y miró con una "o" en sus labios. — ¿JiMin-ssi también quiere ser mi novio falso?.

—¡no!, no no, podemos ser amigos.

— ¿JiMin-ssi no se burlará de mi?.

— No lo haré Tae...— JiMin sonrió y miró al chico que en realidad era lindo, ese chico que siempre veía ser molestado.

Se mordió su labio, de repente se sentido estúpido consigo por no haber ayudado al chico raro que siempre era humillado, el que siempre había sido el espectáculo cómico del colegio.

— Tae... ¿Por qué utilizas gorritos?.

TaeHyung se sorprendió y luego sonrió. — YoonGi-Hyung no es mi hermano, somos medios hermanos, cuando nací el me odiaba, siempre me atacaba y me molestaba en casa, un día unos niños me molestaron en el colegio y YoonGi-Hyung me defendió, aun era muy pequeño para comprender que siempre me estaba cuidando a pesar de tener una fachada mala conmigo, ese día regresamos a casa juntos, vi un gorrito que me gustó mucho, el no lo dudó y con su poco dinero lo compró, me dijo que eso ayudaría a que si alguien me molestaba, el llegaría inmediato ya que me reconocería por él gorrito... Desde entonces siempre cumplió su palabra, hasta que tuvo que ir a la universidad... Sé que puedo dejarlos en cualquier momento, pero ahora son parte de mi...

JiMin sorbió su nariz conmovido y se lanzó al menor.

— Eres tan lindo, que siento la necesidad de protegerte... Tae, desde ahora somos mejores amigos y posiblemente sea tu futuro cuñado... — declaró el mayor diciendo lo último en un susurro que el menor no pudo escuchar.

TaeHyung sonrió, se sentía tan cálido su corazón cuando JiMin lo abrazó.

Se sentía feliz y calentito.

Pero la incomodidad y miedo seguían con él.

El miedo de saber que Jungkook tal vez no querría seguir con esto. 

Eso se decía una y otra vez cuando no encontró las palabras adecuados para ponerle nombre a esa sensación amarga que continuaba desde que el azabache huyó.

La campanilla del recinto sonó, JiMin se alejó y le aseguró que regresaría después de atender.

JiMin borró su sonrisa amable y rechinó sus dientes.

— Te estabamos esperando Jeon. — dijo gélido el castaño.

Tae bajó su cabeza, y se reprendió por no haber traído consigo un gorrito que cubriera toda su cara.

— Kim, tenemos que hablar.

KIM'S "B"---KOOKTAEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora