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Maratón.

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La cena era amena, todos se mantenían callados mientras Jungkook y la señora Kim hablaban de temas triviales.

TaeHyung comía su pastel completamente dichoso al saber que el azabache le había regalado el suyo y tendría más para saborear.

— Esto sigue siendo tan surreal. — dijo la madre de TaeHyung mientras observaba embelezada como Jungkook limpiaba con ternura la mejilla de su hijo.

— Señora Kim, TaeHyung fue quien me cautivo. — sentenció mientras sonreía.

— ¡Dios Jungkook!, deja de ser tan meloso es desagradable. — chillón JiMin sintiendo la culpa en su estómago que lo hacía doler.

— concuerdo con Park. — dijo YoonGi levantándose de la mesa para despedirse con una mueca del lugar y escapar a su habitación.

JiMin hizo un puchero al ver a su adorado Hyung partir.

Escuchaba claramente como el azabache cada vez más cautivaba a la madre de TaeHyung y este último como siempre miraba a Jungkook con sus ojitos brillantes. JiMin juraría que si se acercaba más para admirar los ojos del menor descubriría lo patética que sería la vía láctea con sus cientos de constelaciones brillando a su alrededor en comparación con los ojitos de Tae.

Y bueno, tal vez era mejor irse de ahí, Jungkook había logrado su cometido, ahora tenía que preparar una super fiesta y conseguir un disfraz estupendo para intentar conquistar a YoonGi, aunque no esperaba que fuese si lo invitaba.

— Disculpe señora Kim, ¿Me podría decir donde esta su baño? — JiMin abrió sus ojitos y luego los cerró para sonreír tiernamente.

— Arriba a la izquierda, tercera puerta. — la señora Kim correspondió la sonrisa y se sonrojo ante tremenda dulzura.

JiMin agradeció e inmediatamente se dirigió al lugar.

Todo iba normal, sólo con la única excepción de que era una perfecta excusa para ir a ver a YoonGi, llamen a Park JiMin un loco, lo era en realidad, estaba obsesionado y enamorado, por esas simples razones había hecho muy bien su tarea, desde saber el tipo de sangre de YoonGi hasta conocer su perfume y percibirlo a cinco metros de distancia.

Así que fue tan fácil encontrar su habitación, al igual que lo fue escabullirse por él.

YoonGi estaba recostado en su cama con sus audífonos a máximo volumen ya que se escuchaba la música saliendo del aparato en el cuarto, sus ojos estaba cerrados.

JiMin exhaló, su corazón latía, corría como un loco que sentía que iba a explotar, estaba nervioso, pero está era su última oportunidad, después de aquello, si no era correspondido el mismo admitirá que perdió la guerra.

Caminó lentamente, y cuando estuvo en unos centímetros se subió encima del chico.

Aprovechó lo desorientado que estaba y lo besó estrepitoso y torpe.

YoonGi estaba confundido, miraba al niño con sus cejas unidas y sus manitas enrrolladas en su suéter para mantenerse sin caer completamente a su cuerpo, el mayor le correspondió intencificando el beso que se tornó demandante para ambos.

YoonGi había visto esos labios una y otra vez, pero no se comparaba a lo bien que se sentían.

JiMin se separó jadeante buscando un poco de oxígeno, sus mejillas estaban rojizas y mirar a YoonGi con sus ojos ensombrecidos hizo que su trasero automáticamente comenzara moverse. YoonGi sujetó su cadera con una mirada de advertencia, pero JiMin se volvió a estrellar en sus labios iniciando otro beso mientras seguía meneando su trasero en la erección del mayor.

Los pequeños gemidos del menor llegaron a los oídos de YoonGi lo cual creó que este ayudará a JiMin a impulsarlo más duro contra él con ayuda de sus manos.

JiMin se alejó abruptamente y le lanzó una inocente sonrisa.

— YoonGi Hyung, quiero ser suyo, solo falta que me lo pida. — y con toda la tranquilidad que podía fingir se bajó del mayor, salió del cuarto dando una pequeña sonrisa antes de salir.

Corrió por las escaleras, se despidió apresurado de todos. —¡los veo mañana para  comprar los disfraces. — finalizó acelerando su paso sin importarle realmente el frío que horas antes lo hizo sufrir.

JiMin estaba feliz.

Después de todo el amor de su vida le correspondió.








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Jungkook volvía a sentirse derrotado, su actuación de noche se había esfumado, ahora, que se encontraba una vez más esperando como un idiota en la entrada de TaeHyung, sus manos no se movían para tocar el timbre y JiMin no estaba con él para ayudarlo

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Jungkook volvía a sentirse derrotado, su actuación de noche se había esfumado, ahora, que se encontraba una vez más esperando como un idiota en la entrada de TaeHyung, sus manos no se movían para tocar el timbre y JiMin no estaba con él para ayudarlo.

Tenía que perdirle muchas disculpas a TaeHyung por romper las reglas al besarlo un par de veces.

Y  Dios, no quería sentirse bien cada que lo besaba, tampoco quería considerar los hermosos labios que tenía el menor.

Jungkook revolvió su cabello y tocó el timbre.

— Buenos días Kookie. — dijo TaeHyung  sonriendo

— Kim, te ves especialmente extraño hoy. — y cuando el menor sacó a relucir su sonrisa cuadrada una vez más.

El azabache se arrepintió.

Deseando decir otras palabras que prefirió guardarlas para él.




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🐖Jamón serrano.

KIM'S "B"---KOOKTAEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora