Hasta Que Llegaste Tú (+18) [SAP#1]

Capítulo 31

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Clarise.

Mire por la ventana de la habitación, el cielo está nublado de tono gris, parece que vendrá una tormenta son las 3:20 p.m me estaba alistando faltaba que mis padres llegarán estoy sola en la habitación con mi bebé, sonreí y me acerque a la cuna especial de el hospital está muy despierta mientras mueve sus pequeños pies, y tiene su manita en su boca mirando al techo me acercó a ella y la tomo en brazos y ella me ve con esos hermosos ojos azules.

Oí la puerta abrirse miro y es mi madre quien me sonríe y se acerca a mi, llevo puesta mi pijama una camisa blanca de tirantes y mi pantalón de dormir y mis sandalias de suelo.

— pero que hermosa — dijo mi madre para acercarse y darme un beso en la frente.

— ¿Ya se han ido todo? — pregunté para levantarme y darle a mi bebé.

—si solo que Thiago quiere hablar contigo — dijo para ponerle una pequeña manta color lila —afuera hace mucho frío.

— oh por dios — el susurró de Emma nos saco de nuestra plática.

— Emma —le dije para caminar y abrazarla.

— Quiero ver a mi sobrina y más que yo seré su madrina — exigió y se acercó a mi bebé para y su sonrisa se ensanchó.

— es hermosa —dije para mirarla.

— es bellísima — dijo enamorada de mi bebé me reí levemente — yo quiero un bebé pero mejor no duele.

Y yo asentí duele como si te arrancarán el alma.

La mire de arriba hacia bajo y andaba muy abrigada.

Sonreí y camine hacia la puerta seguido de mi madre y Emma.

— mamá, Emma esperen en recepción yo hablaré con el director —dije para besar la frente de mi hija.

— está bien — dijo para caminar al elevador.

Camine por el pasillo del hospital mirando todo a mi paso tengo miedo no quiero ver a Liam ni yo me entiendo lo quiero ver pero a la vez no. Suspiré para subir las escaleras y llegar a la oficina del director.

Toque lentamente y escuche un pase.

— hola Clarise — me saludo.

— hola director — dije para sentarme.

— me contaron que ya has dado a luz y te quiero felicitar por qué la llegada de tu bebé — me dijo para acariciarme la mano.

— gracias, venía para decirle que me voy y gracia por las pequeñas vacaciones — dije para levantarme y caminar hacia la puerta.

— adiós — se despidió.

— adiós.

Bajé las escaleras con cuidado hasta llegar al suelo espere que el elevador abriera subí y una persona subió conmigo. Y era Aiden.