Capítulo 38

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Liam.

Mierda la bese volví a sentir esos labios que me volvían loco, tocar  su cuerpo desnudo bajo la ducha ver el agua caer por sus pechos me pone duro.

No aguantaba más la inseguridad hasta que le pregunté porque se esconde porque no me hablaba me esquivaba y me cansé. Me volvía loco esos labios ese sabor a cereza, sonrió como tonto y bajo a la cosina por un vaso de agua solo llevo un pantalón de dormir y una camisa negra sin mangas, llegó y miró a Camilla que está llorando y con una botella de vino blanco, ¿Qué le está sucediendo? Me acercó y le tocó el hombro ella sólo me ve y sonríe un brillo en sus ojos azules me miran con ¿Amor?.

— estás bien Camilla — dije para quitarle la botella de vino.

— no dámela tengo que guardar las penas — exclamó llorando para arrebatarmelo.

— ¿Guardar las penas? — pregunté confundido.

— si un amor imposible, es un amor prohibido — dijo para mirar a  otro lado.

— no estoy entendiendo nada, ¿Amor imposible? — estoy muy confundido.

— si estoy enamorada de un hombre pero el es de otra además tiene hijos con ella y la ama y yo de tonta me enamore en un amor unilateral — dispuso muy molesta.

— ¿Y cómo se llama? — pregunté pobre Camilla viviendo un amor unilateral que no te corresponda — ¿Lo conozco? — pregunté ella asintió todo es confuso.

— lo conoces muy bien — dijo para beber de un golpe el vino.

— ¿Dime cómo se llama? — pregunté con mucha intriga.

— lo quieres saber de verdad — me dijo mientras me miraba con desilución — ¿Enserio?.

Asentí y ella se armó de valor y me miro para beber de su botella.

— ese chico me trae loca — se detuvo — eres tú.

La mire muy sorprendido no podía proceder ninguna palabra yo era la persona que le gustaba el ambiente se empezó a poner incómodo para mí, yo la quiero pero como mi hermana nada más porque la única mujer que me traen loco es Clarise la madre de mi hija.

— ¿Estás oyendo lo que dices? — pregunté muy sorprendido no podía dejar de mirarla.

— si soy consciente de lo que digo pero te digo algo, yo no pedí sentir esto por ti, te fuiste metiendo poco a poco y ahora no sé qué hacer con eso, con la necesidad de saber de ti, de pensar, de sentirme serena a tu lado, de amarte — dijo fría su mirada era vacía no había ninguna pisca de ilusión.

— yo no puedo ofrecerte ese sentimiento anhelado, sabes muy bien que amo a otra mujer y es la madre de mis hijos — dije serio — y lo sabes bien, ¿En ningún momento te di un motivo de amor o si? — pregunté.

— ¡Lo sé, lo sé, fui yo la tonta de sentir esto de saber que haces, quisiera que me miraras como lo haces con Clarise pero se que me miraras como una hermana nada más! — exclamó furiosa ella golpeó con su mano la mesa y bebió de su bebida.

— ¡Yo jamás te podré ver como una mujer solo como una hermana! — grité molesto esto ya me estaba frustrado.

Ella me miro con dolor.

— es verdad no me puedes amar pero dime algo, que le digo a mi tonto corazón dime — dijo molesta.

— no se, pero será mejor que ya no te ilusiones más solo te lastimarás más, yo jamás te veré de la forma que tú quieres — dije para pararme pero ella camino hacia mí y casi se cae la agarre y ella cayó encima de mi y sentí sus labios sobre los míos.

Hasta Que Llegaste Tú (+18) [SAP#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora