03. El Andén.

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Victoire entró a la oficina de Ted, para despedirse, frunció el cejo cuando lo vio, estaba quieto, observando la pantalla oscura, negó, avanzó hasta él.

—Es hora de irse –informó –nos veremos mañana, supongo.

—Sí, claro, como digas.

—Dime ¿ya le hablaste a mi prima?

—Sí, lo hice, pero me colgó –sonrió –lo intenté.

—No, me debes esto –lo señaló.

—Ya está trabajando, Victoire, ella quería trabajo, lo tiene.

—Hugo le consiguió trabajo en donde él trabaja, no quiero a mi primo en ese lugar ¿qué te hace pensar que la quiero a ella?

—Bueno, no es mi familia, ni mi asunto.

—Vendrás conmigo.

Fue hasta él, lo sujetó de la corbata y lo arrastró, él protestó todo el camino hasta el ascensor, y no fue suficiente, lo hizo todo el camino hasta el trabajo de Hugo y Lily, la rubia tenía muchas ganas de arrojarlo por la puerta del automóvil.

—Bájate –ordenó Victoire.

—Bien –bufó.

El lugar no era el mejor que había visto, era un bar, por lo poco que recordaba, uno con temática a los trenes, se llamaba "El Andén", había bastante gente, y él no comprendió la razón, fue hasta que entró, que los meseros se pasaron frente a ellos, los hombres, con bóxer tan justos, que dejaban ver el bulto entre sus piernas, ellas, estaban vestidas de colegialas sexys, la diminuta falda no cubría por completo su trasero, muchas de ellas traían tanga, y el top transparente dejaba ver sus pezones.

—Allá está –escuchó a Victoire gritarle, lo sujetó de la mano y lo arrastró.

—No creo que...

—Lily –la llamó, la pelirroja se detuvo abruptamente.

—Vic ¿qué haces aquí? Creí que no era lo tuyo.

—Vine por ti, por Hugo no puedo, porque la última vez que quise sacarlo de aquí, un par de mujeres casi me golpea –frunció el ceño.

—Pero... estoy trabajando.

La mirada verde olivo de Lily fue hasta el hombre detrás de su prima, que observaba con desagrado a su alrededor, ella puso los ojos en blanco ¿en serio tenía que acompañar a su prima a ese lugar?

—Ted está dispuesto a darte una semana de prueba como la niñera de su hija, pero necesitas vestir como...

— ¿Cómo lo hago ahora? –La vista del hombre se posó en la de ella –porque recuerdo que dijo que mi atuendo no era digno para ningún trabajo, pero –se giró, con tanta habilidad que no tiró las bebidas en su charola –apuesto que esto es peor.

—Bueno, los hombres de allá opinarían lo contrario –se burló Victoire.

—Bueno, ahora es cuando le agradezco a mis padres por hacerme plana como una tabla, en comparación con mis primas y mis compañeras –se encogió de hombros –iré a seguir con mi trabajo.

—Lily, por favor –suplicó.

—No es el mejor uniforme, pero al menos aquí tengo algo seguro.

La rubia dejó que Lily entregara las bebidas, le dio un codazo a su jefe, que seguía distraído viendo el lugar, con cara de asco, sujetó a su prima del brazo y la arrastró hasta la puerta.

—Victoire –soltó irritada –dime ¿por qué tanto interés para que trabaje para el ogro de tu jefe?

—Por qué quieres un trabajo, él es un buen jefe, y esto es de mala muerte, sé que no quieres trabajar aquí.

The Sitter [Teddy & Lily]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora