Epílogo: Intersección.

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Lily gruñó, no quería volver a esa vida, así que lo mejor era, que hiciera ese favor y se regresara a Norteamérica con Scorpius, que una vez que le prometió a James que no le involucraría en asuntos así, se había dedicado a apoyarla, contrario a su familia, no quería salir con tipos por dinero, ahora tenía una carrera, no había alcanzado la fama del éxito, porque no quería que Scorpius le diera el puesto, quería ganarlo ella sola.

—Hugo, en serio, no quiero estar involucrada en esas cosas de nuevo.

—Sí, lo sé, pero verás, James y yo, debemos alrededor de 45 mil dólares, pero puedes culparlo a él, nos estaba yendo bien en las apuestas del casino, pero él decidió seguir, ¡a pesar de que empezó a perder! –gritó a alguien, así que supuso que a su hermano.

Lily suspiró, suponía que de cierta forma, ella también era culpable, la única razón por la cual James se pondría de ese modo, es porque realmente le había ido muy mal con el rubio sentado a su lado.

—Bien –soltó irritada.

Pasaremos por ti en media hora.

—No, dame la dirección, yo llegaré sola.

Pero ¿estás segura?

—Sí, y haz lo que digo, antes de que pierda la paciencia y no les ayude –bufó.

Genial, eres la mejor, Lily.

La pelirroja se puso de pie completamente enfadada, tomó una ducha y se arregló tal y como Hugo le indicó, para su fortuna, Scorpius se ofreció a llevarla, para asegurarse de que todo estuviese bien, en realidad, le dijo que podía llamarlo si las cosas iban mal, y la sacaría de ahí.

Odiaba que fuese tan considerado con ella, y por su culpa, no pudiese estar con su hermano, le sujetó de la mano y le dio un suave apretón.

—Si no te gusta el ambiente, o se pone insoportable, no dudes en llamarme ¿de acuerdo?

—Bien, gracias por traerme –le sonrió, se estiró para besarlo en la mejilla y entró al lugar.

Scorpius se bajó del auto una vez que Lily se perdió de la vista, suspiró y observó al castaño que salió de las sombras con una cara tranquila e impasible.

—Lamento hacerte pasar por esto, es la última mentira –informó James.

—Qué bien, porque nunca me ha gustado ser el secreto de nadie ¿lo comprendes? –Soltó en tono enfadado.

—Nunca lo fuiste, y nunca lo serás ¿bien? –Le sonrió.

Scorpius sintió su espalda golpear contra el auto, el cuerpo de James Sirius se pegó a él, mientras lo besaba de forma apasionada, como años atrás, mientras estaba ahí, siendo besado y acariciado por el chico que le gustaba desde hacía cinco años, se preguntó, porque realmente había huido de él todo ese tiempo.

La verdad, le había asustado todo lo que James le hacía sentir, a pesar de lo poco que tenían de conocerse y de comenzar a salir, y no se equivocó, a pesar del corto periodo que duró su relación, logró causar un caos enorme en su vida, a pesar de la distancia, la única persona que existía para él, era el mismo chico, que en ese momento, le estaba devorando en un beso tan apasionado y sensual.

—Consíganse un cuarto –soltó Hugo Weasley, recargándose en el auto a lado de ellos –puedo quedarme yo a vigilar.

—No seas amargado –bufó James, apartando sus labios de su novio, para responder a su primo.

—Bueno, agradece que estoy ayudando en este plan –informó.

—Ya te dije, que lamento haberme acostado con Audrey –soltó el castaño.

The Sitter [Teddy & Lily]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora