28. Iniciativa.

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Lily observó el rostro nada contento de Audrey, le había contado todo lo que había pasado en su viaje en Alemania, no sabía la razón por la cual estaba tan disgustada, aunque lo suponía, no le agradaba Ted para ella, sin importar cuanta experiencia sexual le pudiese brindar.

—Lo amo –informó Lily.

—No dejaste que te penetrara, así que lo dudo –informó –hacías todo eso con Jarvis.

—Bueno, sí, pero no con esa intensidad –admitió –además, dolió como el infierno cuando lo intentó.

—Obviamente, eres virgen, Lily, te apuesto que ni siquiera has intentado meterte un dedo ahí, ahora imagina un pene.

— ¿Un dedo? –Inclinó la cabeza.

—Masturbación, le llaman, es común, normal y saludable –se encogió de hombros –pero no lo has hecho, porque papi Potter piensa que es pecado.

—No es cierto –frunció el cejo.

—Sí lo considera –informó Audrey, un poco divertida.

—No, yo digo que no ha sido por eso, sino que no me ha llamado la atención eso.

—Inténtalo –se encogió de hombros –pero relájate, es la regla básica de siempre, si no lo estás, puedes lastimarte, aunque sea tu propio dedo –suspiró.

—De acuerdo, estás algo extraña ¿qué pasa?

—No te gustará si te lo digo.

—Sí, sí, no te agrada que Ted...

—Me acosté con tu hermano James, mientras tú estabas en Alemania, intentando acostarte con Ted.

—Vaya ¿y bien?

—Aparte de que pensé que tu ex cuñada lo dejó por su mal desempeño, créeme que no fue por eso, no he conocido un hombre que me haga llegar tan rápido como lo hizo él –aceptó.

—Entonces ¿cuál es el problema?

—Que James es demasiado perfecto ¿comprendes? He de admitir que he estado un poco enamorada de él desde niños, pero –suspiró –en serio, Lily, aunque siento todo esto, creo que no estoy hecha para algo así de sano.

—Bueno, tengo que admitir que me encantarían de pareja, y tú necesitas a alguien que te quiera y te haga sentir dichosa estando junto a él, lo mereces, no todo en la vida es sexo.

—Lo dices porque no lo has tenido –se burló la rubia.

Y tenía razón, a pesar de que ella y Ted no habían consumado por completo el acto, habían pasado sus últimos días en Alemania tocándose uno al otro, explorando cada rincón de sus cuerpos.

Observó de nuevo a su amiga cuando suspiró, sin duda no estaba para nada convencida de lo que estaba pasando entre ella y James, y aquello no le gustó para nada a Lily, si bien, quería que su amiga encontrara a un hombre que la amara completamente y de la forma que ella merecía, no se sentía para nada cómoda sabiendo que posiblemente, su hermano sería para Audrey una situación sin resolver al final y un nuevo corazón roto para Sirius.

—Solo voy a pedirte que lo pienses bien, antes de que lastimes a mi hermano, Audrey –pidió.

—Lo sé, es lo que no quiero, me conozco, sé que voy a terminar haciendo algo estúpido, y no quiero.

—Pues entonces, habla con él seriamente de cómo te sientes al respecto de todo.

—Eso es lo que haré.

Guardaron silencio un par de minutos, sin saber qué más decir, a pesar de eso, no fue incómodo en ningún momento, Lily se recargó en el dorso de su mano y suspiró.

The Sitter [Teddy & Lily]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora