09. Brecha.

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Se observaron por un largo minuto, sin que ninguno se atreviera a moverse, los sistemas de riego volvieron a activarse cuando Ada se acercó a ellos, acompañada de otros niños más, Ted desvió la mirada de la chica, y observó a su hija, que estaba seria, pero quería saber que estaba pasando.

—Puede marcharse ahora mismo –le informó Ted –pagaré su transporte hasta su casa, no se preocupe.

—Papá –habló la niña –Lily...

—No, ella se marchará, y mañana llamaré a una agencia de niñeras, para conseguirte a alguien más competente que ella.

—Pero...

— ¡Genial! –soltó el niño junto a Ada –si tu papá correrá a tu niñera, eso significa que... ¡Papá! ¿Puedes contratar a Lily como mi niñera?

—No ¡Papá, tú contrata a Lily como mi niñera!

Ada observó a su papá, que observó a los niños correr alegremente, pidiendo a sus padres que contrataran a la joven empapada frente a él, ella le sonrió a Ada, y negó.

—No puedes correrla –soltó la niña.

—Ada, no lo discutiremos...

—Dijiste que era mi decisión si ella se quedaba o se iba ¿no es así?

—Sí, lo dije...

—Siempre has cumplido tu palabra, papá, no puedes correr a Lily, o me iré con ella.

—Ada –La pelirroja se hincó sobre el pasto mojado, sujetó las manos de la niña y le sonrió, así que Ada bajó la vista a la chica –tu papá es un adulto, él sabe...

—Él no sabe nada –soltó enfadada la niña, soltándose de Lily –sí tú te vas, me iré contigo, le hablaré a ese señor y le diré que cambié de opinión y que quiero ir con mis abuelos.

—Ada –soltó Ted, sorprendido.

—Sí tu corres a Lily, me iré con mis abuelos, y no volveré a verte nunca, papá, te lo juro por mi madre que si tú alejas a Lily de mí, haré que mis abuelos la contraten.

—No puedes amenazar a tu padre, Ada –soltó Lily –está bien, encontrarás a una niñera mejor que yo, que le agradará a tu padre, y tú...

—No, tú eres mía ¿lo escuchas? Mía y de nadie más, tú eres perfecta, porque me haces reír, me acompañas cuando estoy sola, preparas comida deliciosa y me das dulces.

—Ah, bueno, decir eso no ayuda en nada –soltó divertida Lily.

—Pero sobretodo, no le gustas a papá –aquello sorprendió a los dos –y que a él no le gustes, te hace sólo mía, y él sólo mío.

—Quererme como tu niñera sólo porque no le intereso a tu padre no es una buena razón, Ada –comentó Lily –aunque me agrada tener ese punto a favor –sonrió –comprendo a tu padre.

Aquella información sorprendió a Ted, siempre había pensado que le desagradaba en demasía a la chica, y escucharla decir algo como aquello, sin duda lo confundía.

—No es cierto –se quejó Ada –siempre dices que es un ogro, amargado y sin sentimientos.

Lily abrió la boca, pero no dijo nada, negó, divertida, observando de reojo a Ted, que frunció el cejo.

—Bueno, sí, lo sigo pensando, pero... comprendo que tu papá sólo quiere lo mejor para ti, y él no cambiará de opinión sobre que yo no soy una buena influencia para ti.

—Él me odia, por eso no te quiere como mi niñera; porque sabe que yo sí quiero que sigas...

—Los padres sólo quieren lo mejor para sus hijos, te lo digo por experiencia, mi papá es un hombre muy serio y reservado, muy estricto en muchos aspectos, pero él sólo quiere lo mejor para mí y mis hermanos, quizás ahora piensas que te odia, pero serás mayor, y notarás que él sólo hizo lo que en su momento, pensó que era lo mejor para ti.

The Sitter [Teddy & Lily]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora