Give me love (Nick Jonas y tú).

Capítulo 31.

Happy birthday to you. Happy birthday to you. Happy birthday dear Joe. Happy birthday to you.

Esas fueron las primeras palabras que Joe escuchó al levantarse… o cuando lo levantamos. Dormía como roca, por lo que tuve que golpearlo en el brazo para que reaccionara. 

“¿Dónde está mi chica?” Preguntó. Cuando la vio sonrió y se abalanzó sobre ella, en lugar de haber sido al revés.

•••

“Ayer ustedes dos se desaparecieron casi toda la tarde-noche.” Comentó Demi, refiriéndose a mí y a Nicholas.

“Es verdad. ¿A dónde fueron?”

“Err, fuimos a andar en moto.”

“Cuatri-moto.” Lo corregí.

“¿Y por la noche?” Volvieron a preguntar. Inmediatamente imágenes de la noche anterior vinieron a mi mente. Miré a Nicholas, quien me miraba con una sonrisa, la cual yo le devolví y después bajé la mirada.

“Caminamos por la playa.” Respondí.

“Si, eso.” Me respaldó él.

La mirada de Danielle me hacía preguntarme si sospechaba de algo.

•••

Definitivamente la mejor parte fue ver como Joe quedaba lleno de pastel por toda la cara. Estábamos en el jardín de la casa, cerca de la piscina. Si, había piscina también. Kevin le ponía bloqueador a Dani en la espalda; Joe y Demi estaban tomando el sol; yo estaba más retirada a ellos, con mi iPod encendido escuchando un poco de música después de dos días. Por su parte, Nick estaba del otro lado de la piscina pero de frente a mí.

Desde la noche anterior no habíamos entablado una conversación realmente digna de llamarse ‘conversación’. No hacía realmente nada, parecía estar perdido en sus pensamientos. Yo quería acercarme a él y así poder hablar de una vez por todas, pero no sabía cómo comportarme. El hecho de que nos hayamos besado cambiaba las cosas, pero al mismo tiempo estaban igual. No me malinterpreten, no me arrepiento de que eso haya pasado, todo lo contrario. Pero me gustaría saber que era lo que él pensaba al respecto. Necesitaba saberlo. Estaba tan metida en mis pensamientos que no me di cuenta cuando se levantó de donde estaba, le dio la vuelta a la piscina y se sentó a mi lado.

“Hey.”

“Hola.”

Silencio.

“¿Puedes creer? Joe ya tiene 21.” Dijo él en su esfuerzo para iniciar un tema de conversación.

“Lo sé. No debería ser legal.” Respondí. Al escuchar su risa un gran peso desapareció de encima y mis músculos se relajaron un poco. “¿Crees que en realidad si vayan a celebrar a un night-club?” Pregunté con inocencia.  

Pero el volvió a reír. “No lo creo.” Me miró. “Pero si lo hicieran y dejaran pasar a Demi, yo me quedaría contigo.” Y sabía que lo decía enserio.

“Gracias.”

Después de eso la conversación fluyó con más facilidad. Hablamos de muchas cosas, pero nunca tocamos el tema de la noche anterior. Me preguntó por mis amigos, lo cual me costó un poco de trabajo contestar, a pesar de que ya habíamos hablado de esto. ¿Cómo le explicas a alguien que te consideras un cero a la izquierda en tu curso? Sea verdad o no. Pero aun así ese sentimiento me invadía de seguido. Podía hablarme con la mayoría, y cuando se trataba de trabajos escolares todos se acordaban de mí, pero cuando hablábamos de un sábado por la noche en el cine o una pequeña fiesta, mi nombre sería el que nunca pasaría por sus mentes. Ni por la de Alison, y eso que en su mayoría las fiestas eran en su casa. Pero después de años te acostumbras, o al menos tratas de no prestarle atención. Eso y entre muchas cosas más era mi vida social.