Capítulo 39.

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Diciembre diecinueve” Dijo Danielle con una sonrisa en su rostro.

“¡Pero eso es en menos de cuatro meses!” Exclamó Demetria.

“Tal vez,” Intervino Kevin. “pero entre más pronto sea todo mejor”

Joe y Kevin habían regresado de LA al día siguiente que yo regresé. Según ellos no podían hacerlo sin su ‘hermano menor’, pero creo que todos sabemos que esa no era la verdadera razón.

“¿Qué hay del vestido? ¿Ya tienes alguna idea de como lo quieres?”

“Err, algo así.” Dudó Dani.

“Seguro quedará hermoso, igual que la novia” Dijo kevin antes de darle un beso corto en los labios. Creo que después de años te acostumbras a verlos.

Miré mi reloj por enésima vez.

6:34 PM.

¿Por qué no podía ser solo un chico de preparatoria en el equipo de baloncesto para poder ver a la que chica que siempre está en sus pensamientos?

Su práctica terminaba a las 7:15 PM, lo que me dejaba con otra media hora libre.

“Si tanto quieres verla, ¿Por qué no vas por ella a su práctica?”Interrumpió Joe leyendo mis pensamientos.

“No es tan sencillo.” Le miré un poco molesto y él lo notó. “Lo siento.”

“Estoy segura que a ella le gustaría verte ahí.” Me animó Danielle.

Después de esas palabras, tomé mis llaves del auto negro y salí hacia el garaje. Si el tráfico está tranquilo, seguramente me tomará quince minutos en llegar al colegio y encontrar las canchas de baloncesto. Digo, no podía ser tan difícil. Para mi suerte, los pocos semáforos que me encontré en el camino estaban en luz verde, lo que hizo que el tiempo de recorrido fuera menor.

El estacionamiento estaba casi vacío, solo unos cuantos autos, probablemente de los alumnos de último grado. Tomé mi gorra de los Yankees y bajé del vehículo. En la entrada no había nadie más que un guardia quien me vio por unos segundos, pero no dijo nada. Los letreritos que estaban en un poste hicieron aun más fácil mi misión. Y si aun tienen duda… Si, _______ practica baloncesto, y siendo sinceros, no puedo imaginármela siendo ruda quitando un balón. Quiero decir, se mira tan frágil y delicada.

Su equipo parecía ser el único que estaba ahí. Me acerqué poco a poco, pero me quedé detrás de unos árboles. Había alrededor de 15 chicas ahí, pero ninguna de ellas parecía _______.

“¡Hey!” Escuché detrás de mí, voltee y ahí estaba. “¿Qué haces aquí?” Preguntó con una sonrisa. Traté de abrazarla pero ella se alejó.

“Pensé que podría verte unos minutos practicar, pero al parecer no soy bien recibido aquí.” Dije refiriéndome a su rechazo.

“No es eso, tonto.” Rió ella. “Me alegra que estés aquí, enserio. No esperaba verte, pero ando sudada.” Se señaló.

“Sabes que eso no es problema.” Sonreí y la miré directamente por unos segundos, hasta que el ruido del silbato me sacó de mi trance.

“Tengo que irme. A mi equipo le toca jugar con el equipo ganador.” Sonrió de medio lado. “No tardaré más de diez minutos. Solo tres canastas.”

“Te estaré apoyando desde aquí.” Le advertí.

“Creo que es hora de que sepas que no soy muy buena en esto.” Ella rió un poco. “No quiero que te decepciones.” Bromeó.

“No puedes ser peor que Frankie.” Respondí. Volvió a reír y comenzó a caminar. Se paró a medio camino, dio media vuelta, corrió hacía mi y besó mi mejilla rápidamente, con lo que logró dejarme con una sonrisa por unos segundos.

Give me love (Nick Jonas y tú).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora