Capítulo 44.

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El sol se filtró por la ventana de la habitación, atravesó las cortinas hasta llegar a mi cara. Con dificultad tomé las sábanas y las coloqué sobre mi rostro, girando hacia el lado contrario. Podía sentir mis pies congelados a pesar de traer calcetines. Pronto recordé donde estaba. Abrí los ojos para encontrarme con Katie que aun dormía en la otra cama con medio cuerpo destapado. Giré mi cuerpo para comprobar que todo lo de la noche anterior realmente había sucedido, pero no había nadie. Solo había una rosa roja y una nota. Sonreí inmediatamente al recordar la vez que involucró a mi hermano para que me dejara el pequeño presente en mi habitación.

 

Buenos días, hermosa. ¿Recuerdas qué día es hoy? Yo también. Ahora estás condenada a pasar un día entero conmigo. Te veo en el lobby a las 11:00 a.m.

Te adora, 
Nicholas Jerry Jonas.

 

Reí un poco al ver su nombre completo escrito. Sabía que a él no le agradaba tanto. Miré el reloj de la pequeña mesa de noche. 9:27 a.m., ahora tenía solo una hora y media para arreglarme. Me levanté a toda velocidad de la cama y casi tropiezo con algo que se encontraba tirado en el piso. No le tomé importancia y corrí hasta mi maleta cuando escucho una risita.

“Alguien amaneció un poco torpe el día de hoy.” Volteé en su dirección para encontrarme con sus ojos apenas abiertos.

“Shh. Duerme.” Le dije divertida y seguí revolviendo los mil y un cambios de ropa que traía. “Pensándolo bien…” Dudé. “No, no duermas. ¿Me ayudarías a elegir algo que ponerme?” Le supliqué con la mirada.

“Mmh, no lo sé.” Respondió poniéndose de pie y estirándose un poco.

“Por favor.” Le di mi mejor sonrisa.

“No sé si sea seguro ayudar a una desconocida.”

“Oh, vamos, Katie.” Reí ante su respuesta.

“¿A dónde irán?” Se sentó a mi lado mientras observaba mi desorden.

“No tengo ni la menor idea.” Dije sincera. “Pero está haciendo algo de frio así que supongo un pantalón es la mejor opción.”

“Probablemente, aunque lo más seguro es que por la tarde haga calor.” Me aseguró.

Para las 10:48 ya estaba lista para comenzar mi día. Había decidido usar un pantalón negro ajustado y una blusa morada sin mangas. Encima llevaba una chamarra de piel negra y una bufanda a juego. Mi cabello lo llevaba suelto pero con una pequeña trenza por un lado que Katie se había tomado la molestia de hacerme. Mi maquillaje era natural, apenas y se notaba. Tomé mi bolso y me miré una vez más en el espejo.

“¡Ya me voy!” Grité antes de salir para que me lograra escuchar desde el baño.

“¡Diviértanse!” Respondió de la misma forma.

Camino al lobby decidí llamar a mi mamá y preguntar como iba todo por allá. Parecerá tonto pero ya la extrañaba.

Cuando se abrieron las puertas del ascensor pude identificar un cuerpo algo familiar. Entrecerré mis ojos como si eso me ayudara a mirar mejor.

“Tengo que colgar, mamá. Hablamos después. También te quiero.”

Me acerqué un poco más solo para comprobar que sí era él.

“¿_______?” Escuché mi nombre detrás de mí en mi intento de huir. Di la vuelta lentamente, esperando a que fuera mentira.

“Max, hola.” Saludé de forma insegura. No sabía como comportarme. Realmente no esperaba encontrármelo de nuevo y claramente había olvidado lo atractivo que era. “Que sorpresa.” Él sonrió y besó mi mejilla.

Give me love (Nick Jonas y tú).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora