Give me love (Nick Jonas y tú).

Capítulo 43-Segunda parte.

“Hola, tú debes ser Katie.” Dije al notar a una chica de mi edad en pijama con un gran parecido a Dani. Me hice a un lado para dejarla pasar.

“Mucho gusto, ______.” Sonrió amablemente y pude notar que ella y su hermana sonreían de la misma manera. “Sé lo que estás pensando.” Rio levemente y peinó su cabello hacia atrás.

“Lo siento, es inevitable no notarlo.” Le devolví la sonrisa y caminamos hasta llegar a las camas. “No tienes que quedarte si no quieres.”

“No me molesta, además mi hermana me contó mucho de ti y cree que nos llevaremos bien.” Se sentó y se cruzó de piernas. Yo la imité.

“Sí, bueno, espero.” Se quedó unos minutos en silencio mientras paseaba su mirada por la habitación.

“¿Te quedarás para navidad?”

“Err, no. No lo creo.” Sacudí mi cabeza.

“Es una lástima.”

Seguimos hablando de cualquier cosa mientras pretendíamos ver la televisión. Parecía realmente agradable pero mi timidez al conocer nuevas personas no me permitía hablar mucho con ella. Era casi media noche cuando decidimos rentar una película, ya saben… por teléfono.

“¿Hago palomitas? Creo que vi unos paquetes cerca del microondas.” Le pregunté desde la pequeña cocina mientras que ella escogía una película.

“Con extra mantequilla.” Dijo divertida. “¿Qué te parece 17 again?”

“Creo que ver a Zac Efron por casi dos horas no me molestaría en lo absoluto.” Respondí delatando mi fanatismo por el actor de penetrantes ojos azules que me volvía loca cuando tenía doce años.

“Y yo creo que nos llevaremos más que bien.” Rio un poco dejando a la vista sus alineados dientes. “¡Oh, _______!” Exclamó de repente. “¿Sabías que nuestros novios comparten el mismo nombre?”

“¿Cómo?” Dije un poco confundida sin entender.

“Si, según tengo entendido tu eres la chica de la que tanto habla Nick… ¿Me equivoco?” Levantó una ceja esperando mi respuesta y sonriendo de lado al ver que mis mejillas tomaban un color rosado.

“No estoy segura que sea esa chica.” Programé el microondas y busqué un poco de agua en el mini-refrigerador.

“Claro que sí lo eres. Eres su novia. Bueno, el punto es…” sacudió su cabeza. “mi novio también se llama Nick.” Sonrió feliz. “Es muy lindo y atento. En cierto modo creo que ambos tienen algo en común.”

“Probablemente.” Respondí sin saber que decir.

Quince minutos después nos encontrábamos sentadas en una de las dos camas con un gran recipiente lleno de palomitas y sus respectivas bebidas, esperando a que el hombre más atractivo hiciera su gran aparición en la gran pantalla de plasma.

“¿Cuánto tiempo llevan saliendo?” Me preguntó llevando un puño de palomitas a su boca.

“Maña-” dudé al mirar el reloj. “hoy cumplimos tres meses.” Sonreí al instante.

“Aaw, que lindo.” Me miró. “¿Tienen algo planeado para el día de hoy?” su sonrisa picara me hizo soltar una carcajada. “¿Qué?”

“No quiero ni imaginar que pasa por tu mente.” En eso escuchamos un golpe en la puerta. “No sé, solo me dijo que saldríamos.” Me encogí de hombros y seguí comiendo palomitas. Otro golpe se escuchó.

“Creo que están tocando la puerta.” Se levantó rápidamente y miró por el orificio de la puerta. Se formó una gran ‘O’ en su boca y me miró sorprendida. “Hablando del rey de Roma.” Abrió la puerta lentamente dejando a la vista el hermoso rostro de mi novio.