La mañana siguiente me desperté un poco tarde. 11:40 A.M. Fui a la cocina pero estaba vacía. La sala, vacía. Cuartos, vacios. Al parecer estaba sola. Pero una nota en el refrigerador llamó mi atención.
Fuimos a comprar la despensa. Estaremos de vuelta para antes de la hora de comida.
Regresé a mi cuarto y busqué ropa limpia. Me di un baño rápido y opté por ver un poco de televisión. Para mi suerte estaban dando un maratón de Glee. Mi celular comenzó a sonar. Ivanna.
“¡¿Por qué no me lo dijiste?!” Me exigió
“¿Qué cosa? Explícate por favor.”
“Haz estado saliendo con los Jonas. ¿Te suena?”
“¿Quién te lo dijo?” le pregunté confundida.
“E! News.” Oh, no. Pensé para mis adentros. En eso la puerta principal se abrió.
“Ivanna, tengo que colgar. Mis padres llegaron.”
“¿Qué? No, pero—” Y colgué. No tenía ánimos de hablar en estos momentos. Y menos con ella. Ella había sido una de las personas que me había dicho que nunca los conocería. Y en serio me molestaba. Solo porque ella nunca había ido a un concierto de ellos, cuando se supone que ella también era fan. Pero no discutiré eso…
Después de que mi mamá acomodara todo lo que habían traído del super, preparó una deliciosa comida. Como no había comido en todo el día, hasta tuve que pedirle un poco más.
Me fui a mi cuarto a hacer básicamente nada. Son vacaciones, dos meses sin hacer algo productivo. Realmente no salgo con mis compañeros del colegio. No es porque me desagraden… es más bien por las formas de diversión que escogen. Así que pueden deducir que no veo a mis amigos en las vacaciones, solo cuando hay algún concierto o cuando me invitan a salir a un lugar… decente, por así decirlo.
Eran casi las siete de la tarde cuando recibí una llamada.
“¡______!” Me saludaron alegremente del otro lado del teléfono. No tenía idea de quién era.
“¡Extraño!”
“Chistosa. Soy tu Jonas favorito”
“Hey, Frankie”
“Chistosa. Soy Joe. Duh.”
“Ya lo sabía” Reí.
“Ven a mi casaaaaaaaa” Gritó, dejándome casi sorda.
“No sé dónde vives, genio.”
“Nick pasará por ti”
“¿Por qué él?” Le pregunté un poco confundida. No era que la idea me desagradara, pero era raro.
“Porque también pasará por otra persona.” Ahora todo encajaba.
“Uhm, no sé.”
“Pasará por ti en 20 minutos. ¡Adiós!” Y colgó el teléfono antes de que pudiera decir algo.
Me dirigí a mi closet y busqué algo que usar. Opté por una falda azul con blanco y una blusa rosa. Arreglé un poco mi cabello. Y 5 minutos después me encontraba en el auto que me trajo a casa la noche anterior, con Nicholas… y Samantha.
“Ella es ______” Dijo Nicholas presentándome con ella. “Y ella es… Samantha.” Pareció dudar un poco antes de decir su nombre, pero decidí no darle importancia.
Honestamente, el verla ahí en el carro con Nicholas, hizo que mi corazón dejara de latir por un segundo. No es que crea todo lo que la media dice, pero algo me decía que era verdad.
“Su novia.” Me sonrió ella, como si estuviera leyendo mis pensamientos.
“Un placer.” Traté de sonreír. Luego miré a Nicholas, quien tenía la mirada perdida.
Después de eso, los únicos que hablaban eran ellos dos, quiero decir, Samantha. Nick solo se limitaba a asentir con la cabeza y contestar con monosílabos. Yo solo miraba por la ventana sin decir nada, pero aún así me di cuenta que él me miraba por el retrovisor cada cuanto. INCOMODO.
Me sentí tan viva cuando por fin sentí que el auto se detuvo. La casa era realmente linda… y grande. Tenía un gran jardín, se veía muy bien cuidado. Una fuente. Una piscina. Todo lo que te puedas imaginar. Antes de que atravesáramos el jardín para llegar a la puerta principal, ésta se abrió, dejando salir a Elvis, el perro de Nick, que corría hacia nosotros. Joe detrás de él.
“¡Elvis!” Samantha llamó a Elvis alegremente, pero él la paso de largo y llegó hacia mí, lo cual me sorprendió. Una cosa que deben saber de mi es: le tengo medio a los perros. Pero por alguna extraña razón al ver a Elvis enfrente de mí no me causó miedo alguno.
“Parece que le agradas.” Me sonrió Joe, y luego me abrazó. “Hola, Samantha.” Se acercó a ella y la saludó con un beso en la mejilla. Luego se dirigió a mí de nuevo. “Vamos, mamá te quiere conocer.” Me jaló del brazo y me llevó hacia la gran casa.
Cuando entramos, me di cuenta que la fachada no le hacía justicia a la decoración del interior.
“Linda casa, Joe.”
“Gracias. Bueno, eso deberías decirle a mamá. Ella fue la que eligió lo de la decoración y todo eso.”
“Lo tendré en cuenta” Reímos. Luego de atravesar la gran puerta, nos dirigimos hacia la derecha. A la cocina. Entramos y pude ver a una señora de cabello rizado de espaldas. Supuse que era la mamá de los chicos, y estaba cocinando algo.
“Mamá, tenemos visitas.” Me sonrió Joe. Después de nosotros entraron Nick y Samantha. Aún no me acostumbraba a verlos juntos, con sus manos entrelazadas. Pero aun así, ella parecía una buena chica. Y si Nick andaba con ella, era porque la quería. Por más que odiaba la idea, tenía que aceptarlo. Tenía que deshacerme de la idea que algún día tendría una oportunidad con él. Lo sé, es patético. Pero es todo lo que una fan sueña en algún momento. Aunque sabes que es casi imposible, siempre quieres creer en esa pequeñísima posibilidad. Por más pequeña que sea. Casi nula.
Ella se dio la vuelta para vernos.
“Oh” Dijo asombrada, con una sonrisa en los labios. Se limpió un poco las manos y se acercó más a nosotros. Primero saludo a Samantha. “Hola, Samantha. ¿Cómo has estado?” Le preguntó amigablemente.
“Bien, gracias. Espero que usted también.” Respondió ella con una sonrisa y dándole un beso en la mejilla en forma de saludo.
“Tú debes ser ______. Los chicos has hablado mucho de ti y todas esas ocasiones en las que se han encontrado. Es una gran coincidencia.” No sabía que decir. Sólo sonreí tímidamente. “Es un placer conocerte.” Me saludó con un abrazo.
“Igual, un placer.” Sonreí de nuevo.
“Puedes llamarme Denise, si quieres.”
“¿Qué cenaremos?” Preguntó el chico de rulos que no había hablado desde que llegamos.
“Sorpresa.” Sonrió Denise. “En unos minutos más estará lista. Pueden ir a hablar o algo, yo les avisaré.”
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Give me love (Nick Jonas y tú).
FanfictionUn amor adictivo que puede ser enfermizo. En lo personal, es una linda y gran historia pero estaría mintiendo si dijera que yo la escribí. La re-publiqué puesto que está en tumblr. Toda buena historia merece que mucha gente la lea, ¿No es así?.