--¿Está Ucrania?
Al escuchar la pregunta, el pelinegro, extrañado, se acercó a la puerta de su casa, situándose junto a su hermano para ver quien estaba preguntando por él. Pero claro que puso una mala cara al ver de quien se trataba.
--¿Que quieres tú aquí?
Argentina sonrió aún más, luego de despedirse del latino con un beso en la mejilla su hermano volvió a entrar a la casa ¿Acaso se conocían?
--Can me dijo que querías este libro--Le extendió la mano con el libro que había estado buscando el día anterior ¿Era amigo del rubio chismoso? No le extraña, aunque puede ser que por eso su hermano y Argentina se conozcan, ya que Bielorrusia era novio de ese tal Canadá--Toma, tenes dos semanas para devolverlo a la biblioteca.
--Gracias.
--De nada.
Se retiró sin decir nada, raro en él, pero Ucrania agradeció que no hablara tanto, no soportaba su voz. Al cerrar la puerta ojeó un poco el contenido del libro, hallando en la primera página un número de teléfono junto a el nombre del latino, claro, Argentina nunca haría algo así sólo por ser buena persona.
--Le gustas--Declaró su hermano Bielorrusia desde detrás suyo, haciendo que pegue un pequeño brinco por el susto.
--A él le gustan todos.
--¿De dónde sacaste eso?
--¿No has escuchado el rumor que corre de él?--Bielo primero se mostró sorprendido, o aturdido quizás, ante lo que dijo, pero luego frunció el ceño.
--Ugh, eres de lo peor cuando te lo propones--Y luego de decir eso, se retiro del lugar.
No entendió ¿Que dijo? Él no difundió el rumor, además de que era bastante obvio que era cierto, y si no lo era ¿Que culpa tenía él?
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Lo que deseas // UcrArg
القصة القصيرة--Sé lo que realmente deseas.--Susurró el argentino desde detrás de él, un siseo en el oído, provocando que este se estremezca, pero aún así sin apartarse.--Si sólo queres un poco más de confianza intenta dejar de ser un fraude, Dios griego-- Pero e...