Capitulo 17

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Abrió la puerta del baño, pensando que ya no había nadie ya que las clases habían terminado. Pero se encontró con que si quedaban dos personas.

--¡Ya te dije que no, enfermo, salí!

Frente a él estaba Argentina, peleando con una persona que al parecer se estaba encargando de llenar su cuello de chupones, intentando tocar un poco más allá de lo debido. Pero no era uno de los chicos de la otra vez, o eso parecía. Este lo miró cuando se dio cuenta de que se encontraba allí, hablando sin soltar a el latino.

--¿Qué miras? ¡Vete!

Ucrania se quedó quieto por unos instantes, no sabiendo que hacer ¿Debe gritarle? ¿Debe golpearlo?

--¡Acabas de arruinarlo, idiota!--Soltó al latino, haciendo que este se quede apoyado contra la pared, con miedo y lágrimas que no hacían nada más que caer. El chico salió del baño, golpeando el hombro de Ucrania con el propio, enojado de que "le hayan arruinado su momento con Argentina".

Lentamente el rubio de dejó caer, quedando sentado en el piso del baño, llorando mientras que se tapa la cara para que el europeo no lo vea, le da tanta pena que lo vea así ¿Por que estas cosas sólo le suceden a él? Se levantó del suelo con las piernas aún temblando, se apoyaba en las paredes para caminar, como la última vez que terminaron en la misma situación en el pasillo.

¿Que hace? ¿Que debe hacer él? ¿Que necesita el latino? 

¿Por que le interesa?

--¿Estás bien?--"Que pregunta más estúpida" Claro que no está bien, está llorando y apenas puede caminar.

--No te importa eso.

Frunció el ceño dispuesto a detenerlo, pero este ya había llegado a la puerta del baño, saliendo, sin importarle que apenas pueda caminar. Se encaminó a la puerta igualmente para protestar.

Pero se detuvo.

¿Protestar?

¿Por que? Lo que dijo es verdad, no le importa ese chico.

¿No le importa? No, claro que no, no es como si recordara cada beso que se dieron hace unos días, porque no importan, eran sólo eso, besos.

¿Y por que no quería besar al argentino si tan poco le importa? No es como si tuviera miedo de besarlo, pero esa era la prueba de que por una parte había caído en su deseo por el latino, y eso no le gusta. No le gusta ese argentino para empezar, mucho menos tenerle ganas.

Debe dejar de acostarse con Argentina, debe y necesita hacerlo.

Quiere hacerlo.

Pero no sabe como decirlo, siempre que lo intenta termina cayendo por él.

Aunque luego de eso Argentina no volvió a invitarlo por su cuenta, estaba demasiado avergonzado como para hacerlo. Así que Ucrania no debía preocuparse por decirle que no al cuerpo de el rubio, porque tampoco tuvo la oportunidad de decir que no nuevamente.


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