Ucrania estaba sentándose en su mesa como siempre, algo frustrado ya que el latino no le había hablado en todo el fin de semana, siquiera un mensaje, cosa que le molestaba un poco. ¡Él no hizo nada!
Finalmente el rubio entró al salón, encarando sin paradas hasta el europeo. Sin saludar ni nada, simplemente se acercó completamente hasta finalmente hablar. Aunque esto no hizo que Ucrania levante la mirada de sus cosas, de hecho, no tenía ganas de verlo.
--Perdón--Dijo el argentino apenas se acercó a su novio, sonrojado y con la mirada baja, avergonzado--Reaccioné mal el otro día, estaba en pedo y te traté mal.
--Está bien.--Contestó aún sin levantar la mirada.
--No, te tendría que haber dejado explicar. Fue mi culpa--El argentino se sentó frente a él, es decir, en la silla correspondiente a la mesa frente a la del mayor. Ucrania no le prestó atención, sino que sacó su teléfono para empezar a jugar algo, o lo que sea que pueda hacer allí. No escuchó nada de parte del latino por unos momentos, sólo su suave respiración, la cual lentamente se empezó a agitar, logrando que Ucrania se empiece a preocupar un poco, pero aún así sin levantar la mirada.
Hasta que unas gotas pequeñas empezaron a caer en la mesa.
Levantó la mirada ahora si, viendo con sorpresa como el americano lloraba mientras seguía mirando al suelo, como un pequeño niño asustado esperando el golpe.
--¿Por que lloras?
--Porque lo arruiné...--Siguió sollozando suavemente, consiguiendo en seguida que todo el salón volteara a verlo, aunque tampoco le importaba demasiado.
Ucrania no sabía que decir, simplemente estaba algo petrificado mientras todos empezaban a murmurar, logrando que se ponga nervioso en cuestión de segundos.
--No llores, está bien--Se paró y rodeó la mesa, yendo a sentarse junto a su novio, el cual seguía sollozando muy suavemente--En serio, detente.
--Abrázame--El europeo hizo caso al menor, abrazando muy suavemente los hombros del argentino. Argentina empezó a calmarse de a poco, correspondiendo la muestra de afecto con suavidad--Te quiero.
Y aunque Ucrania no respondió nada, Argentina ya no tenía tanto miedo.
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Lo que deseas // UcrArg
Short Story--Sé lo que realmente deseas.--Susurró el argentino desde detrás de él, un siseo en el oído, provocando que este se estremezca, pero aún así sin apartarse.--Si sólo queres un poco más de confianza intenta dejar de ser un fraude, Dios griego-- Pero e...