--Avísale a Bielo que vamos a comer.--Dijo Estonia mientras terminaba de poner la mesa, Ucrania con pereza levantó la mirada de su teléfono al ver que le hablaba--Ya, ve.
El pelinegro gruñó suavemente, levantándose para ir a la habitación de su hermano mayor. Argentina está allí, hablado o haciendo cualquier cosa con su hermano, a veces piensa que su mala suerte alcanza límites inesperados.
--Bielorrusia--Llamó mientras tocaba la puerta, esperando una respuesta, la cual no fue nada más que unas risas tontas. Rodó los ojos dispuesto a abrir pero una conversación que al parecer ya estaba empezada llamó su atención.
--No sé, no me banca--Dijo en un tono humorístico, pero no siendo recibido con el mismo tono.
--No digas eso, Ucrania es así, es medio complicado.
--Complicado las bolas, Bielo, nada más conmigo es así. Soy un pesado de mierda yo también--Se escuchó como suspiraba con fuerza y se tiraba, al parecer en una superficie acolchonada ya que los resortes hicieron un pequeño pero perceptible sonido al ser aplastados.
--No digas eso--Repitió y se escuchó de nuevo como los resortes chillaban porque alguien se movía sobre la cama, esta vez era el europeo, quien se acercaba a su amigo para acariciar sus bellos cabellos rubios.
Ucrania no entendía. Si sabe que no lo soporta ¿Por que le habla? ¿Por que sigue intentando venderle ese cuento de que le gusta? Es claro que es mentira. Abrió la puerta antes de empezar a darle más vueltas de lo necesario, siendo recibido con el argentino acostado con la cabeza en el regazo de su hermano.--Es hora de comer.
Ambos se levantaron rápidamente para ir a la puerta junto a él, empezando a caminar el pequeño pasillo de allí hasta el comedor. En medio del trayecto el bielorruso tomó de la mano a su hermano para acercarlo y susurrarle disimuladamente sin que el latino escuche--Sé que nos escuchaste, luego hablamos.
Y como si no hubiera dicho nada continuó caminando hasta llegar al lado de el americano, abrazándolo por los hombros, haciendo que este ría suavemente por la muestra de cariño.
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Lo que deseas // UcrArg
Short Story--Sé lo que realmente deseas.--Susurró el argentino desde detrás de él, un siseo en el oído, provocando que este se estremezca, pero aún así sin apartarse.--Si sólo queres un poco más de confianza intenta dejar de ser un fraude, Dios griego-- Pero e...