--¿Eso es un sí?--Dijo atónito el latino.
Ucrania no respondió, simplemente continuó besandolo suavemente, intentando dar una respuesta que ni él mismo sabía.
Aunque eso era suficiente para Argentina, más que suficiente.
Argentina al instante lo abrazó, sintiendo como el mayor lo rodeaba con sus fuertes brazos, finalmente. Lo tenía allí, abrazándolo con fuerza, sintiendo como su corazón latía tranquilamente.
Ucrania no sabía que sentir, era raro abrazar a Argentina, sentir su cuerpo tan cerca del suyo pero no por algo sexual.
Era extraño. Pero no extraño malo, sino extraño...
...Bien.
--Osea que...--El argentino, el cual al parecer se había puesto a llorar, se separó de su cuerpo, aunque no mucho ya que el pelinegro lo tenía bien sujeto--...¿Estamos en algo?
--¿Algo?
--Si, osea...--Se sonrojó suavemente, sonriendo con dulzura, se notaba que estaba feliz--...saliendo.
--¿Quieres ser mi novio?
No lo dijo en modo de propuesta, era literalmente la pregunta.
--Bueno, si.
--Está bien.
--Espera...--Sacudió un poco la cabeza al decir eso, intentando reaccionar ante lo que proponía el ucraniano. Rió un poco con alegría, feliz sobre todo-- ¿En serio?
--Claro.
Volvió a besarlo al instante, completamente alegre. ¡Al fin! ¡Ucrania lo quiere!
¿Verdad?
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Lo que deseas // UcrArg
Short Story--Sé lo que realmente deseas.--Susurró el argentino desde detrás de él, un siseo en el oído, provocando que este se estremezca, pero aún así sin apartarse.--Si sólo queres un poco más de confianza intenta dejar de ser un fraude, Dios griego-- Pero e...