Capitulo 41

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--¿¡Que te sucede?!--Gritó el europeo al instante, levantándose de la cama mientras que con su mano derecha se sostenía la cara, sintiendo el tremendo golpe que le había dado.

El argentino no contestó, sino que se sentó en la cama y se cruzó de brazos, mirando seria pero enfadadamente al mayor. Se levantó y salió de la habitación, volviendo a los minutos con un hielo envuelto en una tela para que el pelinegro no termine con un ojo morado.--¿Para que viniste?

El ucraniano miró directamente al argentino, quedando en silencio apenas se dio cuenta de que tendría que hablar. Claro, sabía que iba a disculparse pero no sabía como. Se sentó en la cama, alejado del menor, sosteniendo el hielo sobre su cara.

--Lo siento...--Buen inicio, pero claramente necesitaba más que eso--...Me equivoqué.

--¿Por que estás pidiendo perdón exactamente?

--Por lo que pasó antes de que te fueras.

--Pasó de todo antes de que me fuera, Ucrania.

--Por enojarme.

Argentina asintió lentamente, mirando hacia el suelo, cruzándose nuevamente de brazos, sintiendo el frío sobre sus desnudos brazos.

El invierno se acercaba, y no faltaba mucho para que haga un verdadero frío.

Ucrania no sabía que más decir, se había disculpado, y usualmente eso ya sería mucho, demasiado para él. Pero ahora se sentía como si eso no fuera suficiente, necesitaba explicar más, pero las palabras no se le ocurrían.

--Si es todo lo que querías decir, ahí está la puerta.

--Te estoy pidiendo perdón.--Frunció el ceño igualmente, no entendiendo para nada el porqué de las acciones del mayor. Estaba disculpándose y el otro al parecer no le importa para nada.

--¿Y sólo por eso te tengo que perdonar?

--Al menos lo intento.--Y quizás no era la mejor disculpa y necesita decir muchas cosas más, pero al estaba haciendo lo mejor que le salía.

--¿Qué intentas? ¿Intentas que te perdone o poder volverme a coger? Porque no estarías logrando ninguna ¿Sabes?--Se paró de la cama, colocándose frente al mayor, dejando que la luz de la única ventana le dé en la cara, haciendo que el europeo logre apreciar la demacrada y sumamente cansada cara del rubio--¿Que haces acá, Ucrania?

--Te pido disculpas.

--No, claro que no. Vos nunca vendrías a pedirme disculpas, seguramente tu hermano te dijo que vengas, o lo hizo Ecuador, o alguien te tuvo que haber dado la idea de venir, porque nunca vendrías a disculparte en serio.--Se acercó más al mayor, pero aún dejando una clara distancia que hacía que las cosas no se confundan--¿Sabes porqué? Porque a vos no te importa si yo te perdono o no, no te importa si sigo con vos o no, no te importa absolutamente nada que tenga que ver conmigo.

--¿Entonces que hago acá?

--Eso es lo que no entiendo. Seguro tu hermano te dijo que me dejaras en paz o Ecuador te amenazó con cagarte a piñas si no venías. Pero de lo que estoy seguro, es que claramente no viniste por mi.

--¿Entonces? ¿Por quien vine?--Sabe que está en la peor posición para hablar así, pero en ese momento las palabras el menor lo estaban hartando.

--Por vos, porque por eso haces todo. No queres perderme, pero no porque yo te importe o te guste estar conmigo, sino que lo haces por vos. Porque sos un caprichoso que sólo se quiere a si mismo.

--¿Que demonios sucede contigo?

--¿Que pasa, amor? Ah perdona, Ucrania, no amor. ¿Esperas que haga como siempre? ¿Que me eche la culpa de todo y te perdone sólo por el más mínimo acto de cariño que me demuestres? ¿Que sólo continuemos como siempre? Me temo que no quiero estar más así.--Se acercó todavía más, quedando literalmente cara a cara con el europeo--Decime, si tanto te importo ¿Por que desaparecí por casi un mes? Porque sos muy arrogante si crees que es porque me peleé con vos.

Y eso lo calló.

¿No se había ido porque se pelearon? ¿Entonces?

--Ecuador dijo que...

--Y vos siempre le haces caso a lo que dicen los demás ¿No? Si ¿Para que pregunto? Si fue por eso mismo que estuviste diciendo que soy una puta y que me cogí a un maestro.--Se alejó repentinamente, haciendo que el europeo se sonroje de la vergüenza, ya que todo eso era verdad--Y lo peor es que nunca me creíste a mi, sino que tuviste que ver el vídeo para creerlo. ¿Te das cuenta? No te importa donde estuve por veinte días pero si quien pasó por mi cama y quien no.

--¿Por eso estás tan enojado?

--¿Te parece poco? Y no, créeme que tengo varias razones más, como por ejemplo, que nunca me defendieras cuando me maltrataban, tratarme de puta más de una vez incluso después de que empezáramos a salir, creer que te meto los cuernos con Ecuador, hacerme sentir como si fuera una molestia todo el tiempo. Las cosas duelen.

Ucrania, ya frustrado, alejó el hielo de su cara, levantándose de la cama, acercándose ahora igual de enojado al argentino--Cometí errores y por eso vengo a disculparme, sí, me equivoqué, desconfié de ti, te traté mal y nunca te defendí cuando hablaron mal de ti. Lo siento, fue mi error, pero no quería hacerte sentir mal, no lo hice a propósito.

Argentina gruñó y se acercó más al mayor, quedando nuevamente cara a cara--¿No lo hiciste a propósito? Me consideras tan inferior que ni a vos mismo te aceptas que sos mi novio.

--¿Disculpa?

--No queres que te diga "Amor", no queres que te toque, que te demuestre cariño. No queres aceptar que sos mi novio, porque te da vergüenza admitirtelo a vos mismo. Y estoy harto de fingir que estoy bien con eso.

Los se quedaron en silencio nuevamente, mirándose muy fijo mientras respiraban algo agitados, en especial Argentina, el cual quería llorar, quería decir eso desde el inicio, quería echarle en cara tantas cosas. Aunque ya no sabía que más decir.

--No me da vergüenza que seas mi novio.

--¿Qué me vas a decir? ¿Que te importa?

--¡Claro que me importa!

--¡Siquiera te importa donde estuve este mes!

--¡¿Dónde estuviste?!

--¡En la casa de mi tío que se murió! ¡Pero no te importa, porque siquiera te importa tu hermano!

--¡¿Que?!

--¡Está hace casi un año con Can y vos te enteraste hace tres meses! ¡No te importa una mierda!

--¡Claro que si, y tú también!

--¡¿En serio?! ¡¿Y se puede saber porqué te importaría una puta como yo?!

Y hasta allí quedó.

Se quedó petrificado unos momentos antes de separarse, alejándose para irse a la puerta, donde Argentina, aún furioso, se acercó nuevamente.--Mira, ni mentir podes.

--Porque te quiero ¿Bien? ¿Eso es lo que quieres oír? Ahí lo tienes, ya está. No sé como demostrarte que es en serio o que digo la verdad, siquiera estoy seguro si estoy enamorado de ti, pero quiero probarlo.

Y ahí Argentina lo vio. En medio de la oscuridad de la habitación, en silencio. 

Ucrania estaba llorando.

Lo que deseas // UcrArgDonde viven las historias. Descúbrelo ahora