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Miércoles, enero de 2022

Estaban las camionetas afuera de la hacienda recogiendo las maletas de los chicos. Ellos se habían marchado la tarde anterior. Anna y Margarita ahora estaban solas y miraban, silenciosas como el personal recogía el equipaje. No habían podido despedirse de ellos como era debido, no tuvieron oportunidad.

Desde el día de navidad, las cosas para ellos y para ellas no habían ido nada bien.

Piero se había enfrentado a Matilde el lunes apenas llegó ella a la finca, le había pedido que eliminara la fotografía y aclarara la situación, ella se había negado. Tenía en sus manos un arma, pero no supo que tan poderosa era hasta que la accionó; había conseguido las fotografías de Anna y Piero, de hacía un par de años atrás y, también, el video de ella borracha que él se había encargado, supuestamente, de borrar. Su petición había sido sencilla... o simulaba el romance o se encargaría de recordarle al mundo quien era ella cuando llegará la ocasión.

Él accedió. No tenía otro remedio. Sí la desmentía públicamente la producción de la serie se vería comprometida pues ambos eran partícipes de ésta y, sin embargo, el único responsable del escándalo que se podría ocasionar sería él, pues ella, según Matilde le había dicho, mantendría su versión hasta el final. Un escándalo opacaría la serie y afectaría su propia credibilidad y la de Il Volo, además de que sería una seria violación a una de las cláusulas del contrato, por lo cuál el trío tendría que pagar una cuantiosa compensación.

Así que fingiría el romance, por lo menos hasta que el instante mismo en que se vieran liberados del contrato.
Él había hablado con Anna, ella había comprendido, casi no usaba redes sociales así que le era bastante fácil asimilar que el amor de su vida publicara fotografías con otra. Lo había tomado mucho mejor de lo que él esperaba, y es que ella también estaba dispuesta a hacer que su relación funcionara. Piero solo le había dicho que era por mero marketing, él había creído que lo mejor era omitir el chantaje de Matilde, sobre todo para no agobiarla, estaba dispuesto a hacer todo lo que estuviera a su alcance para que nada le hiciera daño de nuevo.

Los primeros días había funcionado, Matilde se había encargado de publicar fotografías que ellos se habían tomado desde que las grabaciones dieron inicio, estaba obteniendo el reconocimiento que buscaba y muy pronto sus pequeños trabajos en producciones anteriores comenzaron a conocerse entre aquellas fanáticas de Barone que aprobaban la relación. Veían en Matilde a una digna compañera, hermosa, inteligente y bondadosa. Sin embargo, cuando Matilde comenzó a publicar las fotografías que ellos se habían tomado la tarde que pasaron juntos, cuando el día de la posada Piero pasó a recogerla temprano, algunas fans más suspicaces que otras comenzaron a identificar la ciudad, y luego fue solo cuestión de atar cabos, para que algunas chicas comenzaran a llegar a la finca en medio de las grabaciones. Poco a poco comenzaron a llegar más y algunas chicas, dado que estaban en vacaciones decembrinas, tuvieron incluso la osadía y el tiempo de acampar afuera de la locación.

A los productores no les cayó nada bien la situación, una de las razones por las que la finca había sido elegida era por el silencio que predominaba en el lugar. Estuvieron a punto de sancionar a Matilde por haberlos expuesto, pero la buena publicidad que había conseguido con su romance con Piero hacía contrapeso.

Piero, por su parte, no debía hacer nada, salvo no negar las afirmaciones de Matilde. Él pensaba que llegado el momento simplemente anunciaría el final de su relación y todo terminaría, su familia y sus amigos más cercanos conocían casi ñtoda la verdad, Bárbara estaba al tanto de todo y, aunque no estaba de acuerdo en la forma en que Piero había procedido, a esas alturas del partido no había nada que pudieran hacer para cambiarlo.

Matilde debería estar satisfecha, las cosas le estaban resultando justo como quería, en público, cuando estaban los dos juntos, Piero se comportaba risueño y amable, aunque el fondo viera en ella a uno de los seres más despreciables de la tierra, pero, cuando se quedaban solos él sencillamente la ignoraba, era un completo caballero, aún con la repulsión que ella le provocaba mantenía la compostura. Ella estaba ganando seguidores y se estaba haciendo famosa en Europa mucho antes del estreno de la serie, pero había algo que aún no era compensado del todo. Su orgullo. Aún no podía creer que un hombre como él se resistiera a sus encantos. Quería tenerlo, lo deseaba; y fue por eso que una tarde, justo en la víspera de año nuevo, mientras Piero se cambiaba en una de las habitaciones de la finca, que ella entró, y antes de que él pudiera impedírselo se desnudó.
Matilde físicamente era perfecta, nada le faltaba para poder provocar a cualquier hombre y, aunque Piero durante un momento se quedó mudo al ver su hermosa figura, un par de segundos bastaron para que la cordura volviera a él. Se salió de la alcoba literalmente haciéndola a un lado de la puerta. Ella se quedó ahí, más humillada y herida de lo que nunca había estado en su vida entera.
Esa misma tarde los hizo seguir. Desde que las fans habían comenzado a acampar los chicos habían tenido que subir a una camioneta para ir a la hacienda y de esa manera despistar a las chicas, Matilde lo sabía y sabía que no podía ser ella directamente quien expusiera el sitio en donde estaba o cometería una falta a su contrato, así que con la ayuda de su manager, un amigo los había seguido y los había fotografiado entrando a la hacienda. Un par de noches después fueron posteadas y a la mañana siguiente, las mismas chicas que habían estado acampando afuera de la finca ahora estaban en la hacienda.

Il amore [Sin editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora