En la cafetería de algún hotel mexicano estaba el abogado de Piero con Bárbara; y Matilde con su abogado y representante sentados.
Sobre la mesa había un par de documentos, el primero era uno elaborado por Bárbara, en dicho papel lo único que se solicitaba era que Matilde no volviera a hacer ningún tipo de mención, declaración o alusión a Piero o al supuesto romance que habían vivido y, además, debía aclarar que la infidelidad de la que él había sido acusado en redes sociales jamás había existido, esto en un plazo máximo de diez días a partir de la firma, habían dado este tiempo debido a que aún debía pensar como solucionar lo que sucedía con Ignazio y temía que demasiadas noticias de Il Volo al mismo tiempo fuera contraproducentes; todo lo anterior a cambio de no levantar acciones legales por difamación en su contra. Y el segundo era la copia.Matilde y su abogado sabían, en el fondo, que ellos no tenían demasiadas opciones, llevaban las de perder, porque, además de algunas fotos juntos, en situaciones totalmente cotidianas, no tenían nada con que comprobar que entre ella y Barone realmente había ocurrido algo. Y sabía bien que un escándalo como el de una demanda por difamación afectaría su credibilidad en el medio del espectáculo. Estaba dispuesta a firmar siempre y cuando Piero, o en este caso, Bárbara, quien estaba en su representación, firmara el acuerdo en donde él se comprometía a no negar que entre ellos había existido un romance.
Barbara aceptó y firmó. Era una posibilidad de la que ya habían hablado con Piero anteriormente y la habían aceptado, pues, debido a lo que sucedía con Ignazio era mejor terminar las cosas de la manera más simple posible.
Matilde también firmó el papel, y se sintió triunfante, por lo menos ella quedaría ante el mundo entero como una de las mujeres de Piero Barone, se quería tan poco a sí misma que eso le daba satisfacción, le hacía sentir orgullo y también mejor que las demás. Había logrado hacerse conocida en Europa mucho antes de lo que lo había planeado y estaba segura de que cuando se estrenara la serie en diciembre su nombre sobresaldría. Después de todo el personaje que ella interpretaba y él habían tenido un ligero romance, podía imaginarse los titulares del momento diciendo algo más o menos así: "Cuando hubo química más allá de la pantalla". Estaba estúpidamente emocionada.
Lo único que le molestaba era tener que admitir que él jamás le había sido infiel, porque en el fondo quería que siguiera pagando por haberla rechazado como lo había hecho.
Ya estaba en su habitación del hotel cuando las notificaciones comenzaron a llegar de manera desenfrenada en sus cuentas, el video de Piero y Anna besándose en el auto, la acusación de Carina de infidelidad y el reacción de Piero cuando esta había intentado subir al elevador con ellos estaba por todas partes.
Matilde no podía más que sentirse satisfecha y confundida. Todo el mundo la compadecía, después de todo, Carina había logrado comprobar, a los ojos de la gente, que Piero sí la había engañado con Anna.Un minuto después sonó el teléfono en su habitación, era su representante quien tenía en la línea a Bárbara, que algunos minutos antes se había dirigido al aeropuerto para ir a la ciudad de México a encontrarse con los chicos.
Bárbara se había dado cuenta de todo lo que estaba ocurriendo cuando comenzaron a llamarla desde Italia. Vio el video que era compartido a diestra y siniestra. Su única reacción en el momento había sido dar un largo suspiro. Se sentía tan molesta que no lograba pensar con claridad... ¿Por qué los había grabado una chica? ¿Por qué Piero había sido tan descuidado? Y, sobre todo, ¿Por qué había actuado de esa manera? ¿Por qué no había logrado contenerse?
–¡Por el amor de Dios! – pensaba Bárbara.
Las opiniones en redes sociales se dividían en su mayoría de la siguiente manera:
Los que acusaban a Piero Barone de infiel dejando de lado el acoso por parte de la chica.
Y los que lo acusaban de violento por haber impedido que ella ingresara al elevador y haberle tirado -accidentalmente- el celular.Eran muy pocas las opiniones que le daban el beneficio de la duda a Piero y que justificaban su manera de actuar, pues, de alguna manera la fanática había irrumpido en un momento muy privado y había violentando su espacio personal y el de Anna, y además, la chica ya era conocida por otras ilvolovers debido a su intensidad.
Bárbara sabía que el asunto de la supuesta infidelidad podía arreglarlo pronto, pues solo era necesario que Matilde se manifestara y declarará todo había sido un mal entendido, por eso había decidido llamarla.
– ¿Sí? – contestó Matilde del otro lado la línea.
– Hola Matilde – se escuchó a una Bárbara que estaba luchando por mantener la compostura – es Bárbara, necesito por favor, que aclares la infidelidad de Piero ahora... seguramente ya viste lo que hay en internet...
No – respondió mientras con su dedo repasaba todas las notificaciones en su celular y hacía un esfuerzo por reprimir una risilla – no sé de que me hablas Bárbara... no entiendo la prisa...
Bárbara dio otro largo suspiro que no pasó desapercibido para Matilde que esta vez esbozó una sonrisa de la que la representante de los chicos se pudo percatar y supo en ese momento que Matilde no lo haría.
Piero esta en un gran aprieto en este momento – dijo ella haciendo un último intento – y es imperativo que hoy mismo desmientas los rumores de la infidelidad.
– No puedo, no sé cómo hacerlo aún. Necesito consultar con mi abogado la manera más conveniente posible y, además, aún me quedan diez días para hacerlo... creo que me tomaré mi tiempo, Bárbara, saludos a Piero cuando lo veas, ciao. –
La chica colgó y la mujer se quedó con el celular en la mano tratando de controlar el temblor que había aparecido en sus manos a causa del coraje y la frustración.
Ahora sabía que Matilde hablaría hasta el décimo día, solo esperaba que no fuera demasiado tarde.En Italia a apenas comenzaba a caer la tarde cuando el escándalo se produjo, en casa de Piero todo era muy confuso, su familia sabía que entre él y Matilde no había ocurrido nada en realidad, solo habían sido -segun lo que él les había dicho- por cuestiones de marketing, sin embargo, lo veían con Anna nuevamente, todos en casa sabían muy bien quien era Anna, para algunos era la mujer que estuvo a punto de arruinar alguna vez la carrera del cantante y para otros la mujer que le robó el corazón al hombre.
Él no les había contado absolutamente nada de ella desde que había salido de Italia para grabar la serie, ni siquiera cuando los primeros rumores que Matilde había provocado aparecieron, les había pedido tiempo para hablar con ellos y les había pedido también confianza. Tampoco sabían nada de Carina o quien era y mucho menos porque hablaba con tanta saña en el video y menos aún comprendían porque Piero había reaccionado de la forma en la que lo había hecho. Sus hermanos y sus padres sabían que las cosas estaban demasiado mal y, de pronto ahí, se sentían impotentes por no poder hacer nada para remediar. Lo habían intentado llamar pero él no contestaba el teléfono. Todos se sentían muy mortificados. Francesco especialmente. Él conocía la historia de su hermano con Anna mucho mejor que el resto y le pesaba demasiado pensar que Piero pudiera estar sufriendo.
Las estaciones de radio sicilianas en su programación nocturna y varias en el resto de Italia ya hablaban del suceso.– ¿Nos encontramos frente al declive de uno de los grupos más prometedores del país? – había preguntado un presentador que había hablado también acerca de Ignazio y su aparente relación con un ataque en México.
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Il amore [Sin editar]
FanfictionUna historia en donde solo hablamos del amor. Continuación de Il Love.