Il amore [Sin editar]

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En el video que Piero Barone había posteado el día miércoles, solo se disculpaba por su manera de proceder con Carina, y por el agravio que hubiera podido causarle a ella, sin embargo, no hizo ningún tipo de alusión a Anna o al tipo de relación que tenía con ella, tampoco dijo nada respecto a las acusaciones por infidelidad que había recibido, pues, por consejo de Bárbara debía dejar que esos temas se aclararan conforme pasara lo días y Matilde hiciera su declaración.

Él se sentía molesto de haber ofrecido disculpas por algo de lo que no era culpable, sentía de alguna manera que era su orgullo el que había sido mancillado y decía, que, de una u otra forma, todo lo que estaba realizando era por su bien, por el de Anna y por el de Il Volo y se repetía a sí mismo que debía tener paciencia. Ese día después de colgar el video en la red se desconectó por completo de su teléfono y dejó que fuera su manager quien monitoreara las reacciones de la gente.

Anna seguía hospedada en casa de Margarita, esa mañana la había utilizado para comprar un poco de ropa y para atender asuntos en la hacienda, quería regresar pronto a casa pues no había manera de que pudiera depositar en Maria toda su confianza, sin embargo, no podía dejar tampoco a Margarita hasta que esta no fuera dada de alta del hospital, después de todo, ella se sentía un poco culpable por lo que le había ocurrido; y tampoco quería dejar a Piero, menos sabiendo todos los problemas que se habían ocasionado y sabiendo que él muy pronto tendría que regresar a Italia para la grabación del nuevo disco. Después de hacer sus compras, alrededor del mediodía, fue al hospital, en donde su amiga continuaba hospitalizada, pero de alguna manera la veía mucho más tranquila que el día anterior, tenía todavía leves dolores de cabeza y le molestaba en exceso el yeso que habían colocado en su mano fracturada, pero en general estaba bien, los doctores habían dicho que el feto estaba bien y que con reposo todo saldría de la mejor manera.

Su madre que se había quedado a dormir con ella en la noche se había ido a su casa apenas vio llegar a Anna, pues no quería dejar sola a su pequeña. Margarita no había tenido noticia de Ignazio en todo el día y Anna tampoco de Piero. Estuvieron un rato platicando hasta que llegó la hora de cambiarle la venda de la cabeza y a darle un medicamento que, según la mujer que la atendía, le provocaba demasiada somnolencia y lo preferible era que la paciente durmiera un par de horas, entonces Anna aprovechó ese momento para salir a buscar un sándwich a la cafetería del hospital, pues únicamente había tomado un poco de café y fruta en la mañana. Mientras esperaba detrás de la barra a que le entregaran su comida escuchó una voz a sus espaldas decir: ­

- Tenía el presentimiento de que estarías aquí –

Anna volteó sorprendida al reconocer la voz, y vio al joven de bata blanca y perfecta sonrisa parado tras ella. Era León. Desde que se habían separado hacía casi dos años ninguno de los dos había vuelto a tener contacto, durante un momento se quedó pasmada al verlo, pero después reaccionó, y no permitiendo que su nerviosismo la delatara dijo: -¿Aquí? ¿En la cafetería? –

El chico sonrió. No – contestó – en el hospital. Ayer los cantantes que estuvieron presentes causaron revuelo en la entrada, muchas de las enfermeras y doctoras iban regularmente al piso tres solo para verlos. –

Anna no se había percatado del desfile inusual de personal femenino que el día anterior se habían paseado por la sala de espera en donde ella junto a los chicos estaba.

León la había invitado a sentarse a una de las mesas en la cafetería, y, aunque ella planeaba comer su sándwich y su jugo en la sala de espera, concluyó que sería infinitamente más cómodo hacerlo sobre una mesa, así que se sentó. – ¿Así que ahora trabajas aquí? – preguntó ella. Él asintió con la cabeza, le contó que desde hacía un par de meses había aplicado para hacer su especialidad en ese hospital, ya que, además de ser uno de los mejores del país tenía una de las áreas de cardiología más avanzadas, y esa era la especialidad para la que él se estaba preparando.