El domingo las redes sociales habían amanecido inundadas de nuevo, miles de fans alrededor del mundo estaban impactadas ante la noticia que hacia algunos minutos se había hecho pública: Ignazio Boschetto se había comprometido en matrimonio.
Después de la cena del sábado en donde él y Margarita formalizaron su compromiso ante los padres de la muchacha, decidieron que la manera de darlo a conocer al mundo sería mediante una fotografía en Instagram, una en la que ambos salían y que había sido tomada antes de que ella fuera atacada. Era una foto simple, la habían tomado en una de sus tantas caminatas nocturnas en la hacienda, eran iluminados por una de las lámparas y por la luna que esa noche había estado llena, al fondo estaban los establos con un par de caballos. Se veían sonrientes, cercanos y tímidos también, como cuando el amor comienza a sembrar sus cimientos aún si ni siquiera ellos eran conscientes de eso.
Él fue quien posteó la foto con la leyenda: "Cuando tomamos esta fotografía no sabíamos que decidiríamos pasar nuestra vida juntos" el mensaje fue demasiado claro para algunas personas y para otras no tanto, les fue necesario seguir la etiqueta hasta el perfil de Margarita, en donde pudieron comprobar lo que ya intuían. Ella tenía su perfil público y con muy poca actividad; su publicación más reciente era una foto de su mano con el anillo que Ignazio le había regalado la noche anterior en presencia de sus padres y hermanos y la leyenda: "Mil veces sí". No podían postear una foto reciente pues a ella aún no le quitaban el yeso del brazo y querían evitar más especulaciones de las que seguramente habrían.
El anillo se lo había dado él justo después de dar nerviosamente un discurso a los padres de ella en donde les aseguraba que sería el mejor hombre, esposo y padre que un padre podría desear para su amada hija. Él había estado demasiado nervioso, Bárbara había sido su única compañía, Gianluca había partido días antes y Piero lo había hecho esa misma mañana, no había dado demasiadas explicaciones acerca de su apresurada partida pero no las necesitaban, Ignazio tenía una ligera sospecha de lo que había ocurrido y Bárbara sabía que era mejor tener al muchacho en Italia, en donde pudiera, junto con Gianluca, hacer frente a lo que sucedía.
Cuando terminó de hablar se puso de rodillas ante Margarita. Ella no se lo esperaba, escuchaba atenta y un tanto nerviosa, es decir, no es como si sus padres fueran a oponerse sabiendo que ella estaba embarazada, pero aun así, le había puesto de nervios verlo a él. Por lo general Ignazio trataba de no sucumbir a sus emociones o solía disfrazarlas con buen humor, pero esa noche, mientras estaba de pie en la estancia de la casa de sus futuros suegros, no había conseguido relajarse del todo.Esta – dijo él mientras se hincaba delante de ella – es la manera correcta de hacer las cosas.
Margarita se puso de pie y fue incapaz de contener las lágrimas de felicidad que la invadían, quizá era solo por la emoción, quizá estaba siendo víctima de un desajuste hormonal propio del embarazo, pero se sentía tan absurdamente feliz que solo había esperado impaciente a que él terminara de hablar para poder decirle que sí.Margarita – continuó él con el corazón acelerado y las manos sudorosas - ¿quieres ser mi esposa?
Todos en la sala guardaron silencio como si también fuera para ellos una sorpresa.
Ignazio ya había hecho tal propuesta antes, pero lo había hecho en una habitación de hospital y sin pensarlo demasiado, no había tenido de estar nervioso ni ansioso por la respuesta, no había tenido oportunidad de darle el anillo. Y ahora, allí, mientras le ofrecía el corazón con ambas manos el muchacho italiano, romántico por naturaleza, se estaba dando cuenta de que era algo totalmente real.¡Sí! – dijo ella extasiada, si se hubiera sentido en mejores condiciones habría saltado hacía sus brazos - ¡Claro que sí, mil veces sí!
Se abrazaron fuertemente después de que puso el anillo. Él solo podía pensar en que ya estaba hecho, había hecho una propuesta de matrimonio justo como debía ser, justo como alguna vez imagino que sería, aunque con el orden de los factores un poco alterado, pues, por las fechas que habían acordado, sería antes padre que esposo. Aunque de su paternidad no había declarado nada aún, dejaría que el mundo se enterara poco a poco de tan feliz noticia.
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Il amore [Sin editar]
أدب الهواةUna historia en donde solo hablamos del amor. Continuación de Il Love.