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Era sábado por la mañana, faltaba casi una semana para navidad y los muchachos estaban en la hacienda. Les habían dado el día libre de grabaciones, pues todo el equipo se estaba preparando para la fiesta de pre posada que tendrían.
Invité a Margarita – les había comentado Ignazio el día anterior mientras descansaban sentados en unas sillas debajo de un camper – me dijo que sí me acompañará.
-Se llevan bien, ¿cierto? – preguntó Gianluca.
– sí, ella es una chica muy interesante... comparte mi fascinación por los animales y por el campo...

-¿Con quién irás tú? ¿Regina vendrá? –

¡Sí! – había contestado Gianluca emocionado – por fin su semestre termina hoy. Llegará mañana por la tarde.

-¡Qué gusto por ti!-

Los dos miraron a Piero, que había permanecido callado, como invitándolo a hablar.

-¿Qué? – había preguntado este al sentir la mirada de sus amigos.

-¿Invitarás a alguien o ya tienes con quien ir? – le cuestionó Gianluca.

Piero sabía que ese "invitarás a alguien" se refería específicamente a Anna, y lo cierto es que a él ni siquiera le había cruzado por la mente invitarla hasta que Ignazio comentó que él iría con Margarita. A una parte de él le hubiera gustado demasiado llevarla con él, pero la otra sabía que era peligroso pues, siempre que la tenía demasiado cerca se sentía en riesgo. Y, además, con Matilde solía pasar muy buenos ratos.

-Oh no, no invitaré a nadie. Mati y yo quedamos de ir juntos. Tengo que ir a recogerla al hotel donde se hospeda y todavía no tengo idea de cómo conseguiré un auto aquí para ir por ella...

Líos en los que te metes Barone, Margarita ya nos consiguió transporte con una de las camionetas de Anna, y Gianluca y Regina se irán con nosotros. – le había dicho Ignazio – quizá si hablas con ella y le dices que te preste un carro lo haga...

Él negó con la cabeza. Jamás se atrevería a pedirle nada, mucho menos para verse con otra persona, porque aún a pesar del tiempo había en él, de manera muy leve y casi imperceptible, un sentido de traición. Ni siquiera él lograba explicarse del todo porqué se sentía de esa manera, después de todo entre ellos ya no había nada y además, no era la primera vez que salía con alguien después de Anna. Matilde se le hacía una persona atractiva e interesante, no había pasado nada entre ellos todavía, y él, en sus adentros, no descartaba por completo esa posibilidad.

Margarita estaba muy emocionada de salir con Ignazio, el día anterior había ido a la ciudad en busca de un atuendo que poder usar ese día. – ¿Anna? – había preguntado Margarita entrando a su habitación después de llegar de realizar sus compras - ¿Cuál de estos dos conjuntos te gusta más?- En una mano tenía una falda de terciopelo verde y una blusa negra manga larga; y en la otra un vestido velvet color rojo corto; ambos atuendos irían combinados con medias y botines.

¿Saldrás? – le pregunto Anna curiosa – ¿A dónde irás? Me gusta más ese. Dijo señalando la mano derecha de Margarita con el vestido.

-Bueno... Ignazio me invitó a una posada mañana por la tarde...
Anna abrió los ojos sorprendida. -¿Enserio? ¿Ignazio y tú?-

-Oh no, no. Solo somos amigos... - una risilla nerviosa la delató – bueno, me gusta un poco. Terminó aceptandolo ante la mirada inquisitiva de su amiga.
Ambas comenzaron a reír y se quedaron un rato más en la habitación de Anna platicando acerca de la creciente amistad entre Ignazio y Margarita.

Cuando el almuerzo estuvo listo todos se sentaron a la mesa y comenzaron a hablar de lo pesada que estuvo la semana.

Anna - dijo Gianluca trayendo el tema de la posada a la mesa- esta tarde llegará Regina, mi novia, para acompañarme a la posada y pasará algunos días aquí... ¿habría algún inconveniente con que se quedara en la hacienda?

Il amore [Sin editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora