Capítulo 10

8.5K 1.2K 27
                                    

Tres semanas, tres semanas habían pasado desde la última vez que vio al molesto alfa peligris, aunque en realidad ninguno de los dos había hecho el amago de acercarse al contrario.

En esas tres semanas, Jimin había aprovechado a hacer la coreografía que casi estaba por terminar. Sin duda, había puesto su mayor esfuerzo en hacer la coreografía, pues sabia cuán importante era.

No iba a mentir que mientras más días pasaban se iba acumulando el estrés y frustración en él. Sí bien, era algo que él disfrutaba hacer, no podía evitarse sentir frustrado pues los pasos de la coreografía no salían como él quería o se equivocaba en algunas partes.

Bufó por lo alto haciendo que sus mejillas se inflasen en el acto mientras se recostaba en el suelo del aula de danza. Por suerte, había conseguido que se la prestarán para ahí elaborar la coreografía.

Su cuerpo pedía un descanso, pues había pasado casi cuatro horas ensayando sin descanso alguno, así que sin pensarlo mucho se levanto del suelo tomando todas sus cosas para salir de esa aula.

El reloj en su muñeca marcaba las cinco de la tarde y el fuerte sol al salir del edificio de danza se lo hizo saber.

Su mirada recorrió el campus de la universidad que se encontraba con pocos alumnos, pues la mayoría estaban en clase. En su trayecto tendría que pasar por el campus de música así que apresuro sus pasos.

Paró su caminar al visualizar a cierto chico pálido recostado bajo un árbol. Sus ojos se encontraban cerrados viéndose totalmente relajado con sus auriculares puestos. Ahí fue cuando él castaño que lo veía a lo lejos le envidió un poco.

Él alfa se veía tan pacífico y sin estrés ahí recostado que una parte de él quería ir e interrumpir su momento de paz, molestándolo por algo sin sentido.

Frunciendo su ceño con molestia decidió acercarse a él. Las dudas llegaron cuando estuvo lo suficiente cerca de él alfa, pues en su interior su lobo comenzó a revolotear además de que no sabía que es lo que le diría.

Se encontraba parado frente al chico pálido quién aun se mantenía con lo ojos cerrados pero al sentir a alguien mirándolo abrió sus gatunos ojos viendo con el ceño fruncido al beta frente a él.

Él castaño maldijo en su interior pues ahora tenía la mirada de él alfa. Mordió su labio inferior con nerviosismo e incomodidad al ver al alfa alzar una ceja preguntándole silenciosamente que hacia ahí. Trato de sonreír para calmar sus nervios pero fallo olímpicamente al solo hacer una mueca extraña.

Una idea cruzo su mente y sin tener alguna otra, decidió hacerla pues la incomodidad comenzaba a sentirse en el ambiente.

Tomó su mochila que estaba en su hombro trayéndola hacia su pecho, comenzando a buscar algo que le pertenecía al pálido frente él, sonriendo cuando por fin lo encontró.

– Aquí esta tu memoria USB, mientras más rápido te la entregue mejor. Ya tengo la melodía en mi celular. – habló él castaño extendiéndole el pequeño objeto al alfa quien la tomo en sus manos.

– Creí que ya no me la devolverlas, ya pasaron tres semanas – dijó sarcástico – ¿Has terminado la coreografía? - preguntó él alfa al castaño sentándose en su lugar apoyándose en el tronco del árbol tras de él.

– Aún no, me faltan unos cuantos pasos en la coreografía. – contesta Jimin fijando su mirada en él suelo nerviosamente. –Justo ahora me quede a ensayar – agregó tomando las correas de su mochila acomodándola en su hombro.

El silencio se instaló entre ambos, en donde él alfa miraba al castaño quién se limitaba a ver él suelo. Un extraño ruido similar a un rugido hizo que él pálido alzara una ceja y las mejillas de él beta se sonrojasen.

¿Beta? o ¿Omega? #1 [YOONMIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora