Nuestro Secreto **KatsuDeku**

¿Dónde estas?*

Izuku POV

La noticia de que Denki se fue de "intercambio" como yo, no tomo por sorpresa a todos según Kacchan, incluso la mayoría del salón pensaba que era lo mejor para que pudiera salir de aquella depresión que había despojado a la clase A de su fabrica de chistes y animador personal.

Era claro que en la escuela no iba a poder quedarse  y más por los constates comentarios en los pasillos que cada día eran más difíciles de callar.

Suspiro algo decaído por la situación. 

Hoy era fin de semana y podíamos salir un poco a tomar aire por el bosque que nos cubrían y sin tantos curiosos que pudieran descubrirnos.

Yo añoraba siempre estos días, eran en los cuales podía salir y tomar el sol, tal vez no me dejaban caminar, pero al menos podía sentir la fresca brisa por mi piel.

Kacchan usualmente preparaba un picnic para que los dos compartiéramos un día tranquilo y apacible, descargaba una que otra película y creaba un lugar cómodo donde los dos pudiéramos estar por horas.

Eso me ayudaba realmente a sentirme mejor, me ayudaba a quitarme la sensación de estorbo de mi mente.

No me dejaban ni levantar un vaso y Denki ahora estaba en la misma situación que yo, la diferencia es que desde que se entero de su situación, no había salido de su habitación, no tenía ganas de hacer absolutamente nada.

El doctor había dicho que era un poco inestable y peligroso dejarlo solo en estos momentos, su depresión podría empeorar con su inestabilidad hormonal, causando extremos mucho más grandes.

Mina al saber eso se había quedado con él y se dedicaba a cuidarlo e intentar animarlo, pero era casi misión imposible, pero todos estábamos dando nuestro mejor esfuerzo para ayudarlo.

Ya me había levantado desde hace una hora mas o menos, pero no quería despertar a Kacchan.

Sus ojeras debajo de sus ojos ya no eran tan marcadas como hace unas semanas, pero seguían estando ahí.

Quiero que descanse.

Cuando me levanto siempre me encuentro con la misma imagen, su rostro tranquilo, su ceño relajado y su nariz moviéndose junto a sus labios como si lanzará maldiciones de vez en cuando, lo cual hacia que por horas me preguntara que es lo que sueña.

Era realmente tierno, y lo que me causaba aun más ternura, era levantarme siempre con aquel calor que proporcionaba su mano en mi vientre.

—su padre los ama demasiado— le susurraba a mi vientre, aun no era muy notorio, menos por las sudaderas de Kacchan que ahora solemos compartir.

Apenas comenzaba a crecerme el vientre, y los pantalones apenas empezaban a apretarme, por lo que mi guardarropa ahora era pura ropa deportiva de Kacchan.

Pero el doctor advertía que apenas era el comienzo y que mi vientre iba a crecer como si de una sandia se tratará, cosa que hizo mucha gracia a Kacchan ordenando al día siguiente una playera blanca que tenía en el vientre una sandia.

Me daba mucha risa y ternura como era que Kacchan había afrontado esto, aun me molestaba un poco que se refiriera a nuestros futuros hijos como engendros o bastardos, pero sabía que viniendo de él, probablemente lo decía con cariño, al menos la mayoría de las veces.

Siento como Kacchan se mueve a mi lado un poco indicando que estaba incomodo o estaba por despertar.

—mmh... ¿Deku?— dice mientras intenta aclarar su mirada y verme.