Capítulo 29

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14 de mayo del 2020, San Luis, Argentina.

Narra Nati

Me desperté asustada por una pesadilla que acaba de tener. Resulta ser que combinar mates con naranjas no es muy buena idea.

No pregunten porque, solo sigan leyendo.

Desenchufe mi celular que estaba sobre la mesita de luz para fijarme la hora. Eran las pinche 7 de la mañana. Tenia ganas de pegarme un tiro en la concha por haberme despertado tan temprano, sobre todo porque hoy era sábado y no tenía que ir al estudio.

Con toda la paja de mundo me dirigí hasta el baño para hacer mis necesidades, una vez conclui con todo fui hasta el lavamanos cuando levante la mirada me sorprendi al ver el orangután que había frente a mi.

Si, era mi reflejo que daba en el espejo.

Era un asco total, tenía mis pelos hechos un desastre, la máscara de pestañas se había corrido toda. Y es que si, la imbecil había llegado a cambiarse de ropa y tirarse en la cama a llorar como una magdalena.

Ya que estaba despierta y por fuerzas mayores había tenido que abandonar mi bella cama decidí arreglarme para empezar el día. Apostaba que si seguía en cama, me iba a deprimir durante todo el fin de semana y no estaba en mis planes pasar por aquello. Ya había derramado demasiado lágrimas por otros pelotudos, no iba a permitir que pasara de nuevo.

Y es que me estaba enojando un poco por la actitud que había tenido Valen. No lo niego, la culpa la tengo yo, fui una imbecil al responder que no a su propuesta de ser su novia. Pero es que los nervios que manejaba me traicionaron e hicieron que dijera una estupidez que no planeaba responder.

De todas formas, no iba a seguir insistiendo.

Si claro, ¿tenemos que creerte?

Por supuesto, yo no le beso el culo a nadie.

Veremos.

Una vez que termine de lavarme la cara para quitarme todo el maquillaje, me peine y salí en busca de ropa. No quería vestirme crota ya que iba a dar pase para que no saliera a ningún lado. Por lo que decidí usar unos jeans azules junto con una remera grande negra y mis vans negras.

Demasiado para no aplastarme en mi cama.

Lleve conmigo mi celular y fui hasta la cocina para prepararme una café. Mientras esperaba por el, hice unas tostadas y de la heladera saqué la manteca. Desayune en la tranquilidad de mi casa mientras husmeaba que onda por instagram.

Resulta que este ultimo tiempo mis seguidores se habían triplicado debido a todas las historias que subía junto a los simios.. digo a los chicos. Bueno más bien eran escrachos, me vivían escrachando como si no tuviesen nada por hacer.

En fin, revise todo los programas de chimentos habidos y por haber, estaba más al pedo que bocina de avión así que algo nuevo debía haber. Pero no, nada importante, al parecer en este tiempo los famosos habían descansando de hacer cualquier quilombo. Deje el celular para levantar la taza e ir a lavarla. Una vez hice todo aquello mi celular comenzó a sonar por lo que tuve que atender.

-Holis.-Conteste al llamado.

Era Wawi.

-Hola bebita, pensé que te iba a encontrar durmiendo.-Me dijo.-¿Es que te caíste de la cama?-Pregunto burlona.

TRES MESES ~ WOS 💜 [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora