TRES MESES ~ WOS 💜 [TERMINADA]

Capítulo 31

18 de mayo del 2020, San Luis, Argentina.

Narra Nati

Me di vuelta para encontrarme con un Dante, bastante feliz al parecer. Llevaba una sonrisa de oreja a oreja, como si se hubiese alegrado demasiado por verme.

—¿Que haces acá?—Fui directamente al grano.

—Epa, ¿así recibis a tus viejos amigos?—La sonrisa no desaparecía de su rostro, y eso aumentaba mis ganas de hacer que desaparezca.

—Vos y yo no somos nada.—Había quedado sorprendida de la forma tan dura que habían salido mis palabras.

—Pero antes lo fuimos.—Declaró.—Fui una persona muy importante en tu vida.

—La peor que se cruzo en mi vida diría yo.—Escupi.

No se inmutaba por todas las palabras que soltaba, seguro hasta se había preparado mentalmente para escuchar todo aquello.

—No tengo tiempo para perder.—Le dije.—¿Podes retirarte?—Señale la puerta de salida.

Sabia que era al pedo pedirle aquello, por algo había venido y hasta no lograr su cometido no se iba a ir de acá.

—No me voy a ir, quiero hablar con vos.—Me dijo.

Efectivamente, era como yo pensaba.

—No tenemos nada de que hablar.—Solte.—Va a ser mejor que te vayas.

—No me voy hasta que hablemos.—Que intenso, por Dios.

—Flaco, te dijo que te fueras.—Quien hablo fue Manu.

—Que me lo diga ella.—Hizo un ademán con su cabeza señalandome a mi.

—Andate.—Escupi.

Estaba cansada de esta situación.

—Nati, ¿podemos hablar? Por favor.—Me miro suplicante.—A solas.

—A solas, las pelotas.—Salto Facu.—Lo que tengas para decir se lo decís acá en frente de todos y se acabo el problema.

—¿Te crees con derechos después de todo lo que hiciste hijo de puta?—Ahora hablo Cami.—Ni te creas que te vas a salir con la tuya.

Esto iba a terminar mal si no lo frenaba, no quería involucrar a mis amigos. Ellos no tenían nada que ver con esto, los amaba y agradecía con todo mi corazón que me estén defendiendo. Pero esto era algo que debía arreglar nada más que yo.

—Chicos.—Me di vuelta en mi lugar para observar a mis amigos.—Por favor, no hagan más quilombos.—Trate de hablar en el tono más bajo que pude, siempre y cuando ellos me escucharan.—Voy a hablar con el.—Ahora volví mi vista a Dante.—Pero solo va a ser un momento, no tengo tiempo para perder.—Hable seria.

Dante sonrió victorioso mientras que mis amigos se negaban a que yo hiciera aquello.

—Vamos al vestuario.—Señale la puerta que quedaba a un costado de nosotros.

Dante emprendió camino, estaba por seguirlo pero las manos de Cami envolvieron mi brazo no dejando que avance.

—Nati, por favor.—Me suplicó.—No cometas esta locura boluda.—Me pidió.—Vos mejor que nadie sabes todo lo que te lastimó, no te metas de nuevo en ese quilombo.

—Eyy.—Tome ambas manos de Cami.—No va a pasar nada, no voy a permitir que eso pase.—Le sonreí.

—Boluda lo mismo dijiste hace unos años atrás y terminaste en un hospital prácticamente sin vida.—Sus ojos estaban llenos de lagrimas.