Capítulo 34

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20 de mayo del 2020, San Luis, Argentina.

El momento había llegado.

Perdón, perdón no me controle. Siempre había querido empezar asi una redacción. Pero no importa.

Continuemos..

Después de la escena que había tenido con Valen en la cocina no lo había visto, si bien habíamos organizado el tema de más habitaciones. Cuando yo estaba en un lado, el estaba en otro y así durante todo el día hasta que llegó la noche.

Por un momento llegue a pensar que me estaba evitando o algo así, pero traté de descartar aquella idea.

Era especial para hacerme la cabeza en cuestión de segundos, quería tratar de olvidarme y pasarla bien.

Depa se había encargado de decirle cual era la habitación que le había tocado, y con quien le había tocado. Después me acerqué a Depa a preguntarle si estaba todo bien con Valen y si había tenido algún problema sobre con quien compartía su habitación. Pero no me dijo nada relevante, que le parecía bien y lo tenía problema alguno.

¿Se habrá enojado por como lo dejé en la cocina?

Si estaba enojado, la verdad que no podía reclamarle nada. Estaba en todo su derecho, me había escapado de ese momento y en ningún momento pensé en volver.

Me tocaría arreglar ese problema, seguramente.

El resto del día nos lo pasamos jodiendo y jugando al Uno. Los muy hijos de mil puta me hicieron comer treinta y cuatro cartas.

SI, TREINTA Y CUATRO.

Definitivamente el Uno te hacia perder amistades y me encontré con que perdí la amistad de Cami, Dani y Nacho.

Estoy segura que se hicieron de alto complot para que yo tuviera que alzar toda esa cantidad de cartas, forros de mierda.

Igual les gané.

Pero no dejan de ser unos forros del culo.

Ya era la una de la madrugada del sábado, todos habíamos quedado de acuerdo irnos a dormir ahora para mañana mover temprano y aprovechar el día para ver bien, bien la casa.

Obvio no tenía problema con eso, porque resulta que me enteré que tiene hasta una sala con juegos la casa.

Si, definitivamente INCREÍBLE.

—Descansen cabezas de chota.—Nos grito Lit.

Siempre tan amoroso.

—Madura culiado.—La dulce voz de mi amiga de hizo presente, el amor que derrocha esta gente es increíble.

—La frutas maduran y yo no soy una fruta.—Le saco la lengua y entro a su habitación.

Amigos normales.

¿Que se sentirá tener al menos un par de esos?

No tengo la menor idea.

Segui en mi camino por el pasillo, pero Wawi estaba parada en la puerta de su habitación como si estuviese esperando a algo o alguien, y era yo a quien esperaba.

TRES MESES ~ WOS 💜 [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora