¿Que un hombre y una mujer no pueden ser amigos? Bueno, mi vida puede ser una completa oposición a esa máxima.Es más, no solamente un amigo: mi mejor amigo. Es hombre, y no, no es homosexual. Es uno de los hombres más masculinos que conozco, con dec...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
EN LOS TIEMPOS DEL AMOR Capitulo 19
La cirugía había quedado programada para las 9:30 pm por disposición de la sala de operaciones. Robert había estado hablando los pasados diez minutos con una Levin al parecer no muy conforme con el hecho de saber que Robert seria el responsable de mis cuidados postoperatorios. Le avise a Chloe y también a Stuart acerca de mi situación así que en segundos Chloe apareció como un tornado en la sala de espera. Traía la nariz roja.
―¡Oh Dios mío Marivi! ¿Estás bien? ―pregunto sentándose a mi lado.
―Sí, ya te dije que no es grave. ¿Estabas llorando?
―¡Claro que estaba llorando! ¡Pensé que te morías! ―exclamo― Eso te pasa por vivir fumando…
―Eso mismo le dije yo ―apoyo Robert a su espalda. Chloe giro levemente la cabeza y se paró de un salto para saludarlo. ―Vaya Chloe, sigues igual de eufórica que siempre.
―Y tu igual de buen mozo ―repuso sonriendo― ¿Cómo esta Susan?
―Bien. Con mucho trabajo. ―respondio― Me contaron que te divorciaste…
―Si, ya sabes, incompatibilidad de caracteres y esas cosas ―explico quitándole importancia. Mire a Robert y con una mano justo al lado de mi cabeza la rote haciéndole saber lo loca que estaba. Robert reprimió una risa que Chloe logro captar. Me clavo su mirada. ― ¿Qué? ―pregunto. Me encogí de hombros con inocencia y una disimulada sonrisa.
―No he hecho nada.
―Como no. Si no los conociera a ustedes dos par de cómplices les creería ―replico sentándose de nuevo a mi lado― Pero los conozco.
***
Pasaron un par de horas de haber estado hablando y cotilleando acerca de cosas varias. Después de haber presenciado la entrada intempestiva de urgencias al hospital, y luego de presenciar no sé cuántas llamadas de información por parte de Susan había llegado la hora de la cirugía. Caminamos hasta recepción en donde la enfermera encargada me llamo para pasarme los papeles de la autorización.
―La sala de cirugía está en el quinto piso. Ya está todo preparado, allá la espera la enfermera asignada y el equipo que se encargara de la intervención ―explico. Asentí y en compañía de Robert y Chloe nos dirigimos hacia al ascensor.
Una vez allí y luego de haber presionado el botón correspondiente, una sensación de vértigo e incertidumbre me invadió. ¿Y si algo sale mal? ¿Y si descubren que hizo metástasis? ¿Y si lastiman una cuerda vocal y quedo muda? Los pensamientos empezaron a arremolinarse en mi mente y para disiparlos recurrí al método que desde niña usaba: empecé a mover mi pierna derecha rítmicamente. Robert me miro y frunció el ceño, busco con su mano hasta llegar a la mía y las entrelazo. Deje de mover la pierna y el recupero su expresión de tranquilidad sonriéndome con calma. Sonreí también mucho más tranquila y mire a Chloe quien tomo su brazo y lo engancho con el mío en señal de apoyo. Llegamos al piso y como me habían dicho una enfermera se hizo cargo de recibir mis documentos.
