¿Que un hombre y una mujer no pueden ser amigos? Bueno, mi vida puede ser una completa oposición a esa máxima.Es más, no solamente un amigo: mi mejor amigo. Es hombre, y no, no es homosexual. Es uno de los hombres más masculinos que conozco, con dec...
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EN LOS TIEMPOS DEL AMOR Capítulo 29
−¿Aceptarlo? –repitió.
−Si Vicky. ¿Puedes dejar de repetirlo como si se tratara de una cosa de otro mundo?
−Es que es una cosa de otro mundo.
−¡Claro que no! Puede que sea algo raro y difícil, pero lo que importa es que es. No como, sino que es… ¿o es que acaso no me crees? ¿Aún no me crees?
−Robert…
−¿Qué quieres que haga o que diga para que me creas? –pregunto con abatimiento.
−Nada Robert. No tienes que hacer nada. Han sido más de 20 años Robert. Sé cuándo mientes –respondió ella esbozando una sonrisa.
−¿Y entonces? –sonrió ampliamente- ¿Entonces porque no aceptarlo si sabes que es cierto? Si sabemos que es cierto
−Porque no es correcto Robert. Te estas olvidando de algo muy importante…
−¿De qué?
−De Levin
−Uh… -fue lo único que dijo. Su expresión se ensombreció- Lo siento Vicky
−¿Perdón? -¿acaso se estaba disculpando?
−Lo siento Vicky –repitió- Eso no es justo para ti
−No tienes que disculparte Robert, tu no sabías que esto pasaría. Nadie lo sabía.
−De todas maneras Vicky. No imagino como te debes sentir, pero no podemos dar un paso atrás. No después de lo que avanzamos –decidió.
−¿A qué te refieres?
−A que… -se detuvo y miro a su alrededor. Fue entonces cuando Vicky recordó que estaban en medio de plena calle en L.A. Miro también alrededor pero por fortuna parecía que nadie se había dado cuenta de ellos. Como si hubieran estado todo ese tiempo en una burbuja- ¿Nos vamos a un lugar más privado? -propuso mientras devolvía su mirada hasta ella.
−Bueno –asintió- ¿A dónde?
−Ven.
Robert entrelazo sus manos en un acto que los llevo a ambos a bajar sus miradas hacia el lazo que los unía para luego disponerse a caminar. Ese acto, ese simple acto, les fue suficiente para que se sintieran felices, tranquilos. Caminaron durante al menos quince minutos sin mencionar una sola palabra, para sorpresa de ella, aparecieron en el edificio donde estaba su estudio de fotografía.
−¿Porque me trajiste aquí?
−Porque recordé este lugar, creo que es adecuado.
−¿Si lo recordabas porque no me buscaste aquí? –pregunto.
−Porque era el lugar más obvio. Eres inteligente y si te querías esconder lo harías bien, ¿o acaso siempre estuviste aquí?
