CAPÍTULO 1

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Afuera llovía de manera torrencial

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Afuera llovía de manera torrencial. En otra situación, quizás hubiera odiado un día como este. Pero hoy, el clima estaba tal cual mi estado de ánimo. Mire mi reflejo en la ventana del carro y con el dorso de la mano limpie la lágrima que resbalaba por mi mejilla. "No más lágrimas" ―me dije― "Ni una más"  ―pensé mirándome en el espejo retrovisor e intentando formar una sonrisa inútilmente. A los minutos me derrumbaba de nuevo y golpeaba con ira e impotencia el volante, ¡que esperar si ni siquiera puedo controlar el llanto! Esperen... ¿aún no saben porque lloro, verdad? Bueno, mis lágrimas tienen nombre, apellido, edad, profesión y hasta número de razón social... Mis lágrimas se llaman Robert Downey Jr, todas las lágrimas tienen estampadas cada letra de su nombre. Si, el actor. El tan afamado actor de  Hollywood. Pero para mí es algo más que eso. Él es, o era, mi mejor amigo. Y quizás se pregunten como me volví la mejor amiga de un actor así... Y si no se lo preguntan pues se aguantan, porque para llegar al punto en que me deshago en lágrimas frente al volante tienen que conocer el inicio de todo...

Mis padres eran artistas. Mi padre director de fotografía y mi madre actriz  y soprano. Hacían parte de la elite de artistas en Londres.
Cuando tenía seis años conocieron a otra pareja de artistas, los Downey. Se hicieron grandes amigos los cuatro y ellos viajaban mucho a nuestra casa así fuera solo para vernos. Yo era una niña, pero aunque no lo crean, y como mi padre decía, había madurado de manera precoz. Así que cuando tenía seis, pensaba y hablaba casi como si tuviera diez, y así fue siempre, además, físicamente también me veía algo mayor. Pasaron dos años, y con 8 años y por propuesta de los Downey mis padres decidieron probar suerte en Hollywood, así llegamos a California. Me acostumbre con facilidad y aprendí a regular mi britanismo rápidamente, también conocí por fin a los dichosos hijos Downey: Allyson y Robert, ambos muy guapos y simpaticos. Tenían 10 años más que yo así que era obvio que no fuéramos amigos de ninguna manera. Aun así, nos frecuentábamos mucho debido a las largas y tendidas visitas que sus padres le hacían a los míos, así que pronto me acostumbre a verlo aunque él no me determinara. Me llego a cuidar un par de veces cuando mis padres y sus padres trabajaban y yo no tenía quien me cuidara, pero esas tardes nunca fueron activas ni micho menos, siempre me ponía algo de television y luego se iba al patio no se a qué.
Recuerdo aquel día, cuando tenía 10 años y me celebraban una fiesta de cumpleaños, haber escuchado a los Downey quejarse de manera lastimera por las costumbres que su hijo estaba adoptando, al parecer consumía drogas y se estaba excediendo... Sin mayor temor entre al salón y me senté al lado de mis padres a escuchar todo, ellos no lo evitaron, seguramente creían que yo no entendía pero se equivocaron. Para ese entonces, yo sabía a qué se referían, había leído acerca de las adicciones en los folletos que los muchachos mayores de la escuela tiraban en la basura, así que si sabía de que hablaban. Me aburrí y aprovechando que estábamos en casa de los Downey decidí buscar a Robert, estaba en una de las sillas reclinables al lado de la piscina. Con mucho sigilo intente acercarme y sentí como la brisa traía consigo un aroma fuerte que me golpeo la nariz pero logre controlar la molestia. Sin embargo, no fue mucho lo que pase desapercibida y en cuestión de minutos el me vio y con un ágil movimiento tiro al agua un pequeño rollito de papel.

EN LOS TIEMPOS DEL AMOR (ROBERT DOWNEY JR) (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora