EN LOS TIEMPOS DEL AMOR
Capítulo 25Hacia dos semanas habían pasado ya dos meses desde que había salido de Los Ángeles a la gira fotográfica, y aun mi mente volaba todos los días hacia Robert. Casi tres meses y no me lo sacaba de la cabeza, y para colmo, las fiestas navideñas que ya empezaban no ayudaban para nada. Me sentía sola. Sola y frustrada. Había salido prácticamente huyendo de Robert y de mis sentimientos hacia él y había olvidado que era imposible huir de lo que siento porque simplemente no puedo arrancarlo de mí.
Estuve en dos de los lugares más bellos y en las festividades más fabulosas y aun así eso no había logrado que por si quiera un segundo dejara de pensar en él y en lo que me dolía saber que lo que yo sentía no era, ni seria correspondido nunca.
Cuando recibí el listado de mi gira quede sorprendida. El primer lugar que visite fue Munich, Alemania para el Oktoberfest, literalmente al otro lado de Robert y sin embargo poco sirvió. Confieso que lo disfrute, aproveche el desorden y la abundancia de cerveza para despejarme mientras cumplía mi labor con mi más fiel compañera, mi cámara profesional. De Alemania me mandaron a México para fotografiar el Día de los muertos. Era la primera vez que estaba en México y tengo que decir que quede maravillada con el lugar y con todo. Comí y pinte mi cara mientras deambulaba por las calles atestadas de gente con mi cámara disparando flashes por doquier pero sin dejar de pensar ni un solo segundo en que haría cuando terminara mi gira. Hace unos días estuve en Suiza, fotografiando el Campeonato mundial de Santa Claus que es la festividad encargada de inaugurar la navidad en el país. Fotografié a los mejores Santa Claus que encontré y hasta participe en el concurso sin quedar siquiera en los finalistas, pero eso fue lo de menos, al menos me divertí.
Me puse de pie y camine hacia la recepción. Por un error enviaron mi maleta a un vuelo que no correspondía y ahora estoy esperando que la traigan de vuelta. Estoy en el aeropuerto de Malasia, y mañana tengo que viajar para fotografiar el festival de artistas de Kuala Lumpur.
−Srta., ¿se sabe algo de mi equipaje? –pregunte tratando de sonar amable. Aunque en realidad estaba estresada y cansada.
−Si Srta. Ferrell –respondió− El avión proveniente de Indonesia no tarda en aterrizar
.
−Gracias –exclame con alivio mientras me sentaba de nuevo. ¿Cómo era que habían confundido mi equipaje? ¿Acaso la persona que se lo llevo estaba ciega o qué? Aunque para ser honestos, por lo menos no tomaron un vuelo al polo norte o algo así. Revise mi bolsa de mano que por fortuna mantuve siempre conmigo y mire el celular. Ninguna llamada.Soy una cobarde, pensé al recordar que había cambiado mi número celular solo para ocultarme de él. Lo tenía claro. Tenía muy claro que el solo amaba a Levin y no podía hacer nada contra ello. Sería una mala persona si me meto entre ellos dos por más que sienta que mi corazón ahora solo le pertenece a él. Mi mente voló a mis padres el día que renovaron sus votos matrimoniales cuando yo tenía tan solo 10 años. Recordé como se miraban el uno al otro, como se sujetaban de las manos y como el amor flotaba entre ambos. Me sentí dichosa en esos momentos y pensé que quería encontrar a alguien con quien sentirme así, pero fueron cuestión de años para descubrir que ese amor se había extinto. Me estrelle con la realidad de las relaciones y deje de creer en el amor verdadero, luego llego Levin a la vida de Robert. Confieso que el día de su boda me encontré buscando algún rastro de lo que había visto en mis padres aquella noche, quizás aún había la esperanza de que existiera un poco de ese amor pero luego aparte mi vista del altar con rapidez. Era absurdo. Amar en los tiempos modernos era diferente a aquel amor que se veía años atrás, cuando el amor era fuerte y firme y no se acababa con el paso de los años y con la imposición de la rutina. En los tiempos del verdadero amor, este solo crecía y no menguaba como ahora. Mis ojos se cristalizaron y se enfocaron en el borroso reflejo del brillante piso del aeropuerto donde se visualizaba algo así como un puesto de víveres, parpadee para quitarme la sensación lacrimosa y subí la mirada buscando la pequeña tienda. Camine con paso vacilante hasta allí y encontré lo que buscaba.
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EN LOS TIEMPOS DEL AMOR (ROBERT DOWNEY JR) (TERMINADA)
Romance¿Que un hombre y una mujer no pueden ser amigos? Bueno, mi vida puede ser una completa oposición a esa máxima.Es más, no solamente un amigo: mi mejor amigo. Es hombre, y no, no es homosexual. Es uno de los hombres más masculinos que conozco, con dec...