¿Que un hombre y una mujer no pueden ser amigos? Bueno, mi vida puede ser una completa oposición a esa máxima.Es más, no solamente un amigo: mi mejor amigo. Es hombre, y no, no es homosexual. Es uno de los hombres más masculinos que conozco, con dec...
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EN LOS TIEMPOS DEL AMOR Capítulo 15
Después de que se recuperara y de que terminara de tomar unas cuantas fotos más entramos a la casa para cenar. Durante ese tiempo la conversación se inclinó hacia los próximos proyectos que tengo en puerta, cada vez que intentaba que me hablara de su adicción desviaba el tema, y sabía que no podía luchar contra eso porque era una experta haciéndolo.
Esa noche decidimos que dormiríamos juntos aunque la vi algo recelosa, hoy no había bebido así que no debía temer a próximas bromas como las de esta mañana. Salí a contestar la llamada de Susie mientras ella entraba al baño para ponerse el pijama, pero aun cuando estaba a un par de habitaciones de la nuestra escuche como otro ataque de tos la atormentaba. Hubiera salido a buscarla pero no quise dejar a Susan al teléfono. Cuando regrese a la habitación Vicky revisaba y limpiaba su cámara fotográfica. Mire en una esquina del buro al lado de la cama y encontré la caja de cigarrillos así que sin pensarlo dos veces camine con decisión hacia allí y la cogí para dirigirme hacia el baño. Vicky alcanzo a darse cuenta pero cuando estaba a punto de alcanzarme cerré la puerta con seguro.
―¡Robert! ―llamo golpeando la puerta― Robert, ¿qué vas a hacer?
―Es por tu bien Vicky ―respondí vaciando los cigarros que quedaban junto con la caja en la taza del baño.
―Robert ¡devuélveme los cigarrillos! Hay casi una caja entera...
―Lo siento ―repuse mientras tiraba de la cadena.
―¡No! ―exclamo, y me encontré con su cara de enojo y sorpresa cuando abrí la puerta. Me hizo a un lado y se asomó a la taza. ―¿Porque lo hiciste? ―pregunto encarándome.
―Porque no me parece bien que fumes tanto Vicky ―repuse.
―Pero no tenías por qué botar casi una caja completa de cigarros...
―Si no la hubiera botado te la hubieras acabado, y eso no es buena idea después de los ataques de tos que has tenido.
―¡No volví a tener más ataques Robert!
―No mientas Vicky, te escuche mientras hablaba con Susie -asegure dejándola en silencio. Se cruzó de brazos y me fulmino con la mirada para luego meterse en la cama. ―Vicky, no te enojes.
―¿Cómo quieres que no me enoje si tiraste mis cigarros?
―Lo hice porque me preocupo por ti Vicky, estas fumando mucho.
―¿Me estas llamando adicta? ―pregunto ofendida. Sus ojos azules botando chispas.
―¡Yo no dije eso!
―Pero lo pensaste ―ataco, y no lo negué.
―Pues si no eres una adicta bien puedes soportar de aquí hasta mañana que te examinen en un hospital ―contraataque. Bufo y se acostó dándome la espalda. Decidí dejar las cosas así y también le di la espalda.
