¿Que un hombre y una mujer no pueden ser amigos? Bueno, mi vida puede ser una completa oposición a esa máxima.Es más, no solamente un amigo: mi mejor amigo. Es hombre, y no, no es homosexual. Es uno de los hombres más masculinos que conozco, con dec...
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EN LOS TIEMPOS DEL AMOR Capítulo 43
Vicky salió del restaurante con una charla pendiente. Antes de salir le había marcado a Robert y le había dicho que tenían verse con urgencia y él había aceptado sin chistar.
Condujo hasta su casa, donde le había citado, y se preparó un café para bajar un poco el nivel de ansiedad que le había quedado después de la charla con Levin, y que ni siquiera se había visto disminuido con los tres cigarrillos que había fumado. Minutos después, Robert llego.
−¿Qué es eso tan urgente que debes decirme? -hablo luego de que intentara besarla y ella lo evitara.
−Tienes que hablar con Levin.
−¿De qué?
−De nosotros, obviamente -repuso- Tienes que contarle la verdad.
−Claro que no -negó rotundamente- ¿Por qué?
−Porque empezó a sospechar de ti -respondió cruzándose de brazos. Robert abrió los ojos con sorpresa− Así es. Preciso acabo de llegar de hablar con ella.
−No habrás sido capaz de decirle, ¿o sí?
−Por supuesto que no Robert, -replico- ¿Acaso crees que estarías aquí si le hubiera contado la verdad?
−Gracias a Dios -suspiro con alivio.
−Además, te corresponde a ti decírselo…
−No lo voy a hacer Vicky -aseguro de nuevo sentándose en el sofá.
−Robert… -intento persuadirlo sentándose en el sofá.
−A ver, ¿Por qué sospecha?
−Porque has cambiado.
−No lo he hecho.
−Eso es lo que le dije, pero ella insiste en que así es. Dice que ya no eres el hombre tierno que solías ser…
−¿Tierno? -Robert lucia confundido.
−Que no la tocas, que no la besas, ¡que no le haces el amor! -reclamo Vicky perdiendo la paciencia. Robert se arrellano en el sofá con culpabilidad.
−¿Cómo quieres que lo haga si ya no la amo? Te amo a ti, y tocarla a ella será como traicionarte -murmuro Robert.
Okey, eso acababa de hacerla estremecer, pensó Vicky, pero no podía dar su brazo a torcer con ese tema. −Robert, aquí solo hay una cosa por hacer. O le confesamos la verdad, o simplemente le haces el amor para lograr que deje de desconfiar -eso ultimo le había costado decirlo, pero tenía que hacerlo. Robert se pasó las manos por el cabello en señal de desesperación.
—Lo siento Vicky, esto no va a funcionar.
¿Qué?, pensó Vicky, ¿había oído bien? No, no podía ser lo que estaba imaginando—¿Estás terminando lo que acaba de comenzar? —pregunto sorprendida y Robert simplemente asintió, aunque dubitativo. —Perfecto, tú no sabes quedarte. Llegas, desordenas mi vida y te vas: lo tuyo no es amor. Es turismo emocional —continúo diciendo: —Siempre te he amado, y cuando amas a alguien, haces lo posible porque la relación prospere, no te rindes a la primera o tomas el camino fácil. Lo lamento Robert, pero no quiero que pierdas todo por mí y si lo que deseas es mandar todo al carajo, adelante, al final me alegro que seas sincero, al menos me iré sabiendo que no tengo por quien regresar —se levantó del sillón, no podía continuar viéndolo. —Cierra la puerta al salir.
