¿Que un hombre y una mujer no pueden ser amigos? Bueno, mi vida puede ser una completa oposición a esa máxima.Es más, no solamente un amigo: mi mejor amigo. Es hombre, y no, no es homosexual. Es uno de los hombres más masculinos que conozco, con dec...
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ROBERT
Vicky me recogió en su auto a eso de la 1 pm, justo después de que terminara de almorzar para coger camino hacia la casa de campo de su jefe. Como era de esperarse, Susie se mostró algo recelosa por el hecho de ir con ella, pero le recordé que fue gracias a ella que decidí llamarla después del beso para retomar el contacto. Además alegue el hecho de que me aburriría en casa mientras ella estuviera en Canadá así que al final cedió. Según me había contado Vicky, la casa quedaba a más o menos dos horas de la ciudad. La boda seria en una semana y a pesar de los avances en la remodelación aún faltaban varios arreglos.
―Eso es lo que quiere Stuart, dice que quiere que plasme el paso de lo antiguo a lo nuevo en las fotografías ―había dicho Vicky mientras conducía― Dice que esta vez es algo especial… ―agrego en tono de burla. La mire extrañado.
―Es normal que quiera algo especial, ¿no? Es su boda…
―La tercera Robert, ¡la tercera! ―alego ella mientras depositaba el cigarro que venía fumando en el cenicero del auto. Por un instante pensé en cogerlo y tirarlo por la ventana pero no quería entablar una discusión y menos en el auto. Ella siguió hablando― Desde que trabajo con él se ha casado dos veces, he sido su fotógrafa de dos veces, ¡y las dos veces ha dicho que es algo especial! El fin de la historia, ya lo conoces…
―Jmmm, entiendo ―repuse― ¿Algo enamoradizo, no? Pero lo que no entiendo es porque si siempre pierde dinero con el divorcio, se sigue casando…
―Yo tampoco lo sé. En esta ocasión es diferente porque al parecer, el y su pareja decidieron firmar una separación de bienes…
―¡Vaya! Quizás por eso diga que es especial, por lo menos sabe que esta mujer no se casa con él por dinero…
―En eso tienes razón, y no es por nada, pero la chica se ve que es buena persona. ―afirmo. Pasaron unos minutos hasta que por fin me decidí a hacerle una pregunta que me martilleaba la cabeza.
―¿Y cómo va todo? ¿Sales con alguien después de lo del DJ? ―pregunte.
―Todo tranquilo, pero hablando de Zack… hace unos días me llamo ―respondió con una media sonrisa.
―¿Qué? ¿Ese imbécil te llamo? ¿Te volvió a tratar mal? ―pregunte entre sorprendido y enfadado.
―No, al contrario. Yo borre su número de mi teléfono, pero aun lo reconozco fácilmente así que cuando me di cuenta de quién era conteste con un millón de insultos que si me preguntas ahora seguro ni los recuerdo pero se que estuvo fuerte… ―respondió sonriendo mientras exhalaba el humo del cigarro en dirección a su ventana.
―Se lo merece ―asegure― ¿Qué quería?
―Ahí está lo gracioso Robert ―respondió mirándome por un momento con una amplia sonrisa― El hombre se quería disculpar. Me llamo para decirme que sabía que había sido un patán, y que debió de haberme dicho que no quería que saliéramos más antes de empezar con esa otra mujer.
