My Precious Treasure: Why so shy? [YUNSANG]

[cuarenta y dos]

💽 Be Yourself - Chungha

AVISO: El siguiente capítulo contiene escenas sexualmente explícitas. No es recomendable su lectura para menores de edad o, al menos, no la parte comprendida entre la segunda sugerencia de canción y el final del capítulo. Se requiere la discreción del lector y se deja bajo su responsabilidad la elección de la lectura de las partes mencionadas.

Una luz comenzó a molestarle tanto en los ojos que despertó de su sueño. Frunció el ceño aún sin abrir lo párpados. Poco a poco fue sintiendo como su cuerpo se encontraba incómodo y entumecido. Le dolía el hombro derecho y el mismo lado de la cintura. Parpadeó varias veces intentando acostumbrarse a la luz del sol entrando directamente a sus ojos por la ventanilla del coche. Iba a estirarse pero notó la cabeza de alguien sobre su hombro y dirigió una mirada cansada hacia aquella persona. Yunho estaba dormido sobre él. Mejor si no se movía para no despertarlo. Bostezó llevándose la mano a la boca y volvió a mirar la ventanilla ya más acostumbrado al resplandor. Fue entonces cuando lo vio, el mar.

Abrió la boca asombrado por aquella cantidad enrome de agua que se perdía hasta una fina línea que lo separaba del cielo. Había visto aquello en películas, pero no tenía nada que ver con la realidad. Era precioso, no podía describirlo de otra manera.

- ¿Ya estás despierto, Yeosang? - preguntó entonces Minnie desde el asiento de delante de él, asomada por un lado de este con una sonrisa. El menor respondió asintiendo un par de veces y luego volvió a mirar la extensión de agua salada. - ¿Nunca habías visto antes el mar?

- No.

- Nosotros solo una vez. Bueno, Yunho a lo mejor dos. Cuando fueron a Bangkok, desde el avión. ¿A qué es hermoso?

- Es muy bonito.

- ¿Qué tal si despiertas a Yunho para que lo vea también? Ya estamos llegando - intervino entonces la madre del apelado desde el asiento del conductor, con la mirada en la carretera.

- Ha sido un viaje largo y con el Jetlag tiene que estar agotado... ¿No podemos dejarlo dormir un poco más?

- Hazme caso, mejor irlo despertando ya. Cuando lleguemos al hotel podrán dormir todo lo que quieran. He preparado alguna actividad para hacer juntos el domingo, ya que es cuando descanso, pero los otros dos días los tenéis para vosotros solos. 

- Está bien. Gracias por todo señora Jeong.

- Puedes llamarme Omma - le guiñó el ojo por el retrovisor. El menor se sonrojó y asintió con tímidez. 

- Yunho... - susurró cerca del oído de este. Puso una mano en su mejilla lentamente mordiéndose el labio - Yunho despierta... Vamos a llegar...

El alto frunció el ceño y se abrazó a la cintura de su novio - 5 minutos más... - se quejó acurrucándose sobre el hombro del menor.

- Pero te vas a perder las vistas del mar, Moonie.

- ¿El mar? - abrió un ojo para ver a Yeosang sonriéndolo y asintiendo. Se incorporó de golpe y miró por la ventana.

- ¡Wow! - dijo al ver la extensión de agua ante sus ojos - Es precioso.

- Pensé lo mismo.

- Si San estuviera aquí seguro que se pondría a gritar: ¡Es el mar! o algo por el estilo.

Yeosang rió por el comentario: - Sí, supongo que sí. 

- ¡Wow! Ya no recordaba cómo era. Es como si lo viera por primera vez. Por cierto, es la primera vez que ves el mar, ¿no, Yeo?

- Es la primera vez que voy a algún lugar que esté más lejos que la ciudad de mi casa.

- Bueno, pues vamos a pasárnoslo genial. Ya verás.