[cuatro]

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Suspiró tirándose de golpe sobre la cama de su mejor amigo. Este, como siempre, se dirigió a su ordenador para poner algo de música sin importarle que Yunho se tomara la libertad que quisiera en su cuarto. Le preguntó por una canción o artista y tras un breve intercambio de palabras, Thirsty de McKay feat. Wutan comenzó a sonar a través de los altavoces. De una pequeña nevera que tenía él ahí, sacó unos refrescos y le ofreció uno al alto que se incorporó y lo tomó con gusto.

- ¿Qué tal fueron las cosas al final? - le preguntó mientras se sentaba en la cama y abría la lata con una sola mano antes de darle un trago.

- Me respondió.

- ¿De veras? ¿Y que te dijo? - se recostó en la cámara.

- ¿No me habías traído aquí para que no pensara tanto en ello?

- Verdad.

El alto se levantó y se acercó a la ventana de la habitación. Apoyó uno de sus brazos en ella y la cabeza en este, observando a las personas pasar por la calle, las casa bañadas por el sol de la tarde y el cielo azul prácticamente. Un día demasiado bonito para  tratarse de un día de invierno. Claramente, a pesar de la apariencia de ese día, el viento traía aire frío que congelaba hasta los huesos. No todo es lo que parece.

- Oye, Yunho - lo llamó entonces Mingi. El apelado solo hizo un pequeño sonido con la garganta en seña de afirmación para indicarle que siguiera hablando - Sé que había dicho que no pensaras tanto en ello y que ya lo has negado varias veces pero... ¿De verdad no tienes ningún interés en Yeosang que no sea solo ser su amigo?

- ¿Por qué iba a tenerlo? - su voz sonaba lejana, como si estuviera en otro mundo y es que realmente estaba pensando en qué hacer ahora con el chico del que hablaban. ¿Cómo debía responder a aquella nota?

- Bueno, nadie insiste ni se toma tantas molestias por un desconocido aunque tu intención sea ser su amigo. Además, es como si estuvieras continuamente pensando en él. No haces otra cosa que hablar de Yeosang últimamente. 

Yunho se dio la vuelta y lo miró con una sonrisa - No es lo que piensas, Mingi. En serio. Es solo que me da demasiada curiosidad y ya sabes lo cabezota que soy. Me confunde mucho. No sé como actuar con él en ningún momento. Es extraño. Todo el mundo me dice que tengo que ser más paciente e ir más despacio, pero no se como se puede ir aún más despacio de lo que estoy yendo - se encogió de hombros y se volvió a sentar al lado de su mejor amigo.

- Pues no lo hagas. Quiero decir, ¿por qué tienes que dejar de ser tu mismo por nadie? 

- A veces eres un poco tonto, ¿no? No puedes hacer siempre lo que quieres, tienes que tener en cuenta los sentimientos de los demás. Tengo que tener en cuenta sus sentimientos.

- Está bien, está bien. ¿Te quedas a dormir esta noche?

- Si a tu familia no le importa.

- Ya sabes que no.

Y así pasaron la tarde, con música R&B, refrescos y pequeñas charlas de lo que fuera. No necesitaban nada más. Les gustaba pasar el tiempo así juntos de vez en cuando. A pesar de ser dos chicos enérgicos, también les gustaba pasar tiempo de relax como aquel día. 

A la mañana siguiente, Yunho realizó su escenita de cada vez que se despertaba y fueron juntos al instituto. De nuevo, en el camino se encontraron el resto de sus amigos y  de nuevo se despidieron cuando sonó el primer timbre de entrada a clases. Al entrar en su aula, los ojos de Yunho repararon en Yeosang. Por segunda vez desde que se conocían, sus miradas se quedaron clavadas la una en la otra. Unos pequeños segundos. Unos instantes de magia. Sin parpadeos. Ojo con ojo. Hasta el que el menor apartó la mirada llevándola a la superficie de madera de su pupitre.

My Precious Treasure: Why so shy? [YUNSANG]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora