My Precious Treasure: Why so shy? [YUNSANG]

[treinta y seis]

AVISO: Este capítulo contiene lenguaje fuerte, palabras malsonantes y referencias sexuales. Además tiene una escena de abuso y violencia explícita. Si eres sensible a este tipo de contenido, por favor, no lo leas.

Al abrir los ojos se encontró sobre uno de los brazos de su novio. Se giró para observar como este había terminado espatarrado en la cama y con la boca abierta. Seguramente le estuviera haciendo daño estando tumbado sobre solo su brazo, así que se incorporó sin dejar de mirarlo. Era bueno verlo dormir así porque quería decir que estaba descansando bien y se encontraba cómodo y tranquilo.

Había sido una noche bastante movida. Necesitaba una buena ducha. Yeosang se levantó y cogió sus cosas. Ya tenía incluso una toalla propia en aquella casa y Yunho se había encargado de comprar los mismos productos que él utilizaba en la ducha. Sentía que, de alguna forma, habían terminado inundando sus vidas mutuamente. Aquello lo hacía feliz.

Fue al baño de la habitación de los padres del alto, la ducha que él usaba en la casa. Después de desnudarse, se giró para colocar sus cosas y terminó viendo su cuerpo en el espejo. Respiró profundamente observando por enésima vez las marcas sobre su estomago y sus brazos. Recordó un San Valentín en el que cortaba la piel de estos con una cuchilla de afeitar por orden de su Venom mientras este lo observaba con una sonrisa. Después, como un vampiro, lamió la sangre de sus heridas con una sonrisa pervertida. Luego lo violaría una y otra vez de mil formas diferentes, todo el día, mientras él suplicaba que se acabara, como regalo del día de los enamorados.

¿Cómo podía haber terminado enamorándose de aquel despojo humano y haber creído que todo aquello eran actos de amor? Lo que Yunho le daba sí que eran muestras de lo que había entre ellos dos, no aquella tortura. Sin embargo, la noche anterior, cuando su novio lo había besado en el cuello, con aquel simple y pequeño acto, se había alejado de él asustado de que le hiciera daño. Yunho jamás le haría daño, ¿es que era estúpido? Ya se lo había dicho una vez y él había preferido hacer como si no hubiera escuchado nada. El alto había pensado e incluso soñaba en tener aquel acto íntimo con él. ¿Qué diferenciaba la amistad del noviazgo sin el sexo? ¿Solo los besos? 

De todas formas, el mayor había estado en la cama con muchos otros chicos, así que era normal que quisiera ir más allá con él también. Seguro que lo estaba deseando, pero él no podía darle eso. No aún. ¿Qué iba a hacer si no podía satisfacer a su propio novio? Era un desastre en las relaciones, eso estaba claro. Yunho no podía haberse enamorado de alguien peor, que le causara más problemas. Sin contar el hecho de que seguramente otras personas que hayan tenido sexo con él lo habrían hecho mil veces mejor de lo que él podría ofrecerle. Si algún día conseguía ser capaz de acostarse con el mayor, tampoco podría satisfacer sus fetiches, pues después de todo lo que había experimentado, solo quería algo que, aunque apasionado, fuera dulce, lento, cuidadoso.

Se metió en la ducha y abrió el agua para dejar que lo mojara mientras se acuclillaba y se abrazaba a sí mismo. Sus lágrimas se mezclaban con el agua de la ducha mientras cerraba los ojos intentando encontrar algo de paz en sus pensamientos, pero no podía dejar de pensar en lo mucho que odiaba su cuerpo. 

No supo cuánto tiempo pasó así, allí, hasta que alguien dio unos pequeños golpes en la puerta, sacándolo de aquel monótono momento de melancolía. Se secó rápidamente las mejillas, aunque realmente no hacía falta porque el agua de la ducha volvería a mojarlo y con este no se distinguían sus lágrimas.

- ¿Yeosang? - preguntó Yunho al otro lado.

- ¿Sí?

- ¿Estás bien? Cuando me he despertado no estabas en la cama. Vine a ver si estabas aquí y al escuchar el agua de la ducha te dejé que te ducharas tranquilamente, pero ha pasado media hora desde entonces y aún no has salido. ¿Qué pasa?