una dulce tristeza

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Mamá estaba llorando y papá se tragaba su saliva en seco, les dije que esa fue la razón la cual me desapareci un año ya que sentirían decepcionados de mi, mamá me levanto mi cara y me dijo que nunca lo estaría y menos de mi, no aguante las ganas de abrazarlos y llorar, volví de nuevo con mi familia y ahora más unida.

Mamá se secó sus lágrimas y me dijo que quería ver a Ash cómo era el, saque una foto de mi cartera y se la di para que la viera, ella también le gustó su aspecto de el y voltio a ver a sus nietos pero en especial a Ashley, me dijo que ella se parece a él, le dije que si y mucho, como buen abuelo salió a jugar con sus nietos, me quedé con mamá y me dijo que estaba feliz de conocer a Ashley y Aslan, se quedó con la foto y la puso en un cuadro junto a la mía cuando tenía 18 años, a mi no me molestaba por qué el pertenecía ahora a la familia Okumura desde el cielo.

Ella por curiosidad me preguntó que si su mamá de el lo sabia, le dije que ni el ni yo sabíamos dónde estaba la señora callenreese, le dije que la infancia de Ash no fue la mejor, me preguntó que por qué, dije que cuando tenía 4 años abusaron de el y después a los 10 lo ponían a prostituir para sacar dinero, 3 años después aprendió a manejar el arma y a defenderse por si solo, así siguió hasta que me conoció, me prometí a mi mismo que les daría una infancia muy feliz a Ashley y Aslan así me quedara sin nada.

La mire y me dijo que era un padre muy entregado a mis hijos, le dije que ellos me recordaban a él y que por eso ya no me siento solo tan solo de tenerlos conmigo, ella me dijo que estaba siguiendo su ejemplo, era cierto realmente, ella se entregó en cuerpo y alma a mi hermana y a mi, ahora era mi turno de hacerlo mejor.

Me quedé a dormir con ellos pero cuando empezó amanecer salí al patio de la casa y mamá me siguió, le dije que Aslan significaba "amanecer" en la oración hebrea, mi amanecer era siempre despertar a su lado y juntos por siempre pero se hicieron otros planes que ni yo mismo los tenía y mi niño se llama así como el, me abrazo y me dijo que todo iba a estar bien.

Ya no era la misma persona que conocieron en New York, tenía que pensar en el futuro de mis hijos y ya no tenía temor de nada, así tenga que hacer lo más cruel pero lo haré protegiendo a mis dos amaneceres hermosos que tenía.

Banana fish: Next generationDonde viven las historias. Descúbrelo ahora