el prescolar

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El tiempo paso y ellos ya iban a entrar al prescolar, me encanta verlos vestidos de color amarillo por qué resalta mucho su color, Aslan lloraba por qué no quería que yo lo dejara pero su hermanita lo abrazo y sintió más confianza, le dije a la maestra que cuidara bien de ellos, ella con una sonrisa dijo que no me preocupará y me dirigí a mi estudio.

(Narración por parte de la maestra)

Los niños del señor okumura son demasiado lindos, la niña casi no se parece a él pero el niño si se parecía con la excepción de los ojos, me imagino que su madre es rubia y de ojos verdes.

Hicimos cosas para niños de guardería pero ellos eran demasiados inteligentes que podía resolver las cosas rápido y les hice unas cuantas preguntas y las respondían muy bien, me sorprendían cada vez más y tuve la duda de saber quién era su madre en realidad pero tendría que preguntarle al señor y la verdad si me interesa.

A ellos les di una paleta de fresa a todos los niños, Aslan se le cayó pero su hermana le dió la suya, era muy linda cuidando de su hermanito, me imagino que ella es la mayor, llegó su papá y le dije que quería hablar con el pero no era de sus hijos sino en privado.

Los niños salieron a jugar mientras hablaba con su papá, le pregunté que quién era su mamá la cual me respondió que era el, al principio creí que era una broma pero conforme va contando la historia mi sonrisa desapareció, nunca había escuchado una historia cómo está y es la primera persona que conozco con esa posibilidad de dar hijos.

Al hablar con el era diferente, normalmente hablaba con las mamás de familia pero nunca había hablado con un papá de uno de mis alumnos, no fue mala idea hablar con el señor Okumura, creo que es un buen papá para ellos.

(Termina la narración de la maestra)

Creí que habían hecho algo malo mis hijos pero no era así, los lleve a un centro comercial y le invite una malteada de chocolate con vainilla, la favorita de ellos, fuimos a la tienda de mascotas y adopté a buddy, un labrador que apenas era un cachorro pero lindo, tan solo de verles la cara de felicidad me sentía satisfecho con eso, también fui al óptica por qué mi vista está empezando a empeorar y ni modos me quedé casi ciego pero al menos mis lentes se me veían muy bien.

Regresamos y sing estaba en la entrada de la casa, me dió tanto gusto de verlo, no lo veía hace años desde que regrese a casa, me dijo que estaba solo de paso por qué le iba a comprar un vestido de novia, al menos encontró a alguien que lo hará feliz y eso me da mucho gusto saber eso.

Banana fish: Next generationDonde viven las historias. Descúbrelo ahora