Rousuke Kitahara apodado Ryuuji es un humano algo extraño algo... "salvaje", en otros terminos este llega a la academia Seton y conoce a Jin y a los demas integrantes del club de cocina y viven aventuras divertidas y otras no tanto debido a algo que...
La noche antes de el viaje después de la conversación con Hitomi, Ryuuji volvió a su habitación para intentar dormir un poco.
-Ryuuji-kun ¿Todo está bien?- preguntó Miki levantándose y frotando sus ojos.
-Si todo está bien, perdón si te desperté- contesto tirándose sobre el futón.
-¿Seguro? No te ves animado- recalcó Miki desde la cama que acto seguido tocaría la mejilla de Ryuuji.
-¿Miki-san que haces? ¡Oye! ¿Eh?-
Ryuuji logró ver que Miki se quedo dormida encima de el.
-Ah... Cielos que chica- dijo para así dejarle la almohada a Miki acto seguido cubrió ambos con la frazada y se recostó justo a su lado. El humano se quedó viendo el verlo rostro de ella mientras dormia y finalmente recordar...
"-Creo que eso te hace genial y muy único eso es lo pienso-"
Tras recordar las palabras de la castaña una sonrisa se dibujo en el rostro del humano, y finalmente este junto su frente con la de Miki para así quedarse dormido.
Al día siguiente...
Todos se encontraban en el autobús que iba directo a la Academia Marina, donde pasarían tres días y dos noches.
-Oye, ¿Todavía tienes caramelos?- preguntó Mei volteads hacia el asiento de atrás.
-Si tengo... Algunos- dijo Miyubi sacando unas golosinas parecidas a los pockys solo que estos se llamaban "Monckys", estos instantáneamente les fueron arrebatados todos por Kurumi.
-¡Itadakimasu!- exclamó la gata llevándoselos a la boca.
-¡Oye, Kurumi no son todos para ti!-gritaba la loba
-¡Oye Kurumi!- grito igualmente Meimei.
-¡Ya hagan silencio, estúpidas bestias!- aclamó Jin enfurecido.
-¿Qué? No me puedo calmar vamos a ir a la academia marina- respondió Ranka.
-Ah, ¿No puedo tener algo de paz al menos en el bus?- se preguntó el castaño llevándose la mano a la cara.
-Toma...-
Ryuuji le coloco sus auriculares a Jin, para así poner música relajante.
-Ahh, que relajante gracias Ryu-
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-Al menos eso lo tranquilizara un rato jeje-
-Es verdad- los dos se observaron y se sonríeron, pero la sonrisa de la humana no duró mucho ya que se percató de la ojeras de Ryuuji se veían mucho más notorias que otras veces.
-Ryu-k...-
-¡Oh, miren ahí está!- aclamó la loba sacando la cabeza por la ventana.
