El mate de la alfa

Cap33

Keileb:

En todo el trayecto de camino a casa, me mantuve callado al igual que ella.

Me molestó que no me respondiera abiertamente lo que le había preguntado.

Al fin llegamos a casa bajé del auto dirigiendome a mí cuarto refunfuñando, cuando escuché las pisadas de Lunev siguiendome apresuradamente y antes de llegar a mi puerta, me tomó del brazo girando para verla.

+. Ey espera.. porfavor.+

La tenía tan cerca de mi que ni siquiera se dió cuenta que era sólo unos centímetros los que nos separaban.

Reacción abrumada mente al darse cuenta que está invadiendo el espacio personal más de lo debido a mi persona.

+.Lo siento.. ¿puedes acompañarme al jardín?,esa es la última parada del paseo.+

Suspiré, al oírla hablar.. estaba algo cansado por todo el día y justamente iba negarme ya que aún seguía molesto por no controlar mis emociones cuando se trataba de ella, todo me afectaba.. ¿Por qué? ¿Acaso mis sentimientos nunca se esfumaran?.

Creí que solo era una atracción física, y la amabilidad de ella por ser mi primera amiga.
Pero esto ya sobre pasó mis límites no deseo arruinar mi relación con ella, no con ella..

Sus ojos brillaban con un encanto provocador anhelando que respondiera.

-. Está bien... Vamos allá para terminar el día.- dije algo desganado.

Al parecer no le agrado mucho la forma en que contesté.
Nos fuimos a él jardín y  ¡¡Booooommm!! ahí estaban todos las personas del pueblo, incluyendo Cass, Nana y Dylan con un gorrito de cumpleaños.
Dejé de prestarle atención a todos los arreglos, por que todos empezaron acercarse a felicitarme, creí que no lo recordarian.

Dylan: +.Ey Kei!! ¡Feliz cumpleaños hermano!.+
Me abrazó y se retiró dejándole el paso a Cass y Nana.

La primera vez que conocí a Dylan no puedo negar que me hice una idea equivocada, no me caía bien por el simple hecho que a mis ojos él era el chico perfecto que cualquier chica se volvería loca por tenerlo como novio, y eso fue lo que imaginé al verlo siempre cerca de Lunev incluyendo la manera en que le hablaba con mucha confianza.

Hasta que se lo pregunté y ella me contestó que él era su amigo, cómo un hermano para ella, que en realidad él ya había conocido a su amor, aunque desafortunadamente la había perdido y al parecer ya no estaba buscando una nueva relación.

Lo empece a tratar y nos volvimos buenos amigos, a decir verdad yo no tuve que confesarle nada a él, sabe desde hace mucho mis sentimientos hacia Lunev.

Él a decir verdad siempre me a aconsejado que no me clave tanto con las chicas, pero si mi corazón reacciona especialmente a una sola, es ella la que es destinada para mi, y dejé que mi corazón guíe, solo que siempre con cuidado.

Cass y Nana: +. ¡Felicidades Kei!. No habrás creído que no sabíamos o ¿si?.+

Mi cara lo dijo todo, la verdad no cabe duda que esta es mi familia ahora y la amo.

Ellas al parecer hicieron una cara de pocos amigos, pero después todos terminamos riéndonos a carcajadas.

Pasé la tarde más increíble que había tenido en mi cumpleaños.
Lunev traía en sus manos un regalo, dándomelo y sin esperarlo estampandome contra ella, amo tenerla cerca de mí.

-. ¡Así que por eso andabas tan rara!.-
+. Perdón sino te lo dije pero no iba dejar que supieras antes de llegar. Sino¡¿Cuál sorpresa?!.+
-. Gracias.. eres la mejor.-
+. ¡Felices 15 primaveras! Bien vamos a partir el pastel.+

Me jaló del brazo hasta una mesita dónde estaba un pastel aunque algo nada peculiar, tenía plasmada una imagen de un bosque con luna llena en el centro y un hermoso lobo aullando mirando el cielo desde una roca.

Me sorprendió que fuera esa temática y imaginé rápidamente el rostro de aquel majestuoso lobo que me había salvado ya hace 3 años.

(No volví a verlo por aquí desde entonces..)

Lo partir y repartí a los demás cuando se escuchó el timbre, vi como Lunev salió abrir, yo me dispuse a despedir a los invitados junto con Cass.

Sentí que ella había tardado más de lo normal y fui a ver quién había sido, mi sorpresa es ver a un jovencito de piel morena, algo más bajito que yo, con su cuerpo marcado, ojos café claro.

Hablando demasiado pegado a ella para mí gusto.

Él notó mi presencia y en vez de alejarse le plantó un beso en la mejilla y la abrazo en mi cara.

¡¿Pero qué le pasa?!, furioso por ver como las mejillas de Lunev se volvían coloradas, sin separarse de él, salí hechando humo de ahí, azotando la puerta.

¿Por qué todos pueden hacer cosas que yo no? Es que acaso no puedo dejar de sentir está inquietud cada vez que no la tengo cerca.

Dejé que mis pies me guiarán a dónde quisieran, quería estar solo. Me cansé y me senté en el tronco de un árbol, mis pensamientos no podían sacar esa escena.. aaaaa gritó por lo bajo porque soy así no lo entiendo.¿ Por qué no sales de mi mente? Acaso sientes lo mismo que yo.

Yo mismo me reí ante algo tan loco, el viento se hizo presente y noté que empezaría anochecer pronto.
No deseo regresar aún a casa, suspiré desahogandome.

Estaba agachado dando vueltas y vueltas en mi cabeza cuando se escucharon pisadas no me alerte porque supuse que podría ser una persona del pueblo vecino, se paró frente a mí y me removí algo extrañado ellos no harían eso.

Antes de mirar al sujeto escuché su voy ronca y desconocida para mi.

+.Al fin te encuentro pequeño.+

Mis nervios estaban de punta, levante mi rostro para verlo, y ví su vestimenta una capa negra larga, su cara no se me hacía conocida pero por alguna extraña razón no me causaba miedo esa persona, su mirada era fría, y tenía una cicatriz en su mejilla derecha, parecía que fuese dolorosa.. me encontraba tan sumido en su persona.

+. Eh venido a protegerte, eres mi familia no puedo dejarte aquí.+

¿Qué había dicho? ¿Familia?
Me enderece y respondí seguro.
-. Perdoné.. pero yo no tengo familia ellos han muerto lo siento.-

+. Lo diré más entendible.. soy él hermano mayor de tu padre. Ahora me toca a mi remendar ese vacío que tus padres dejaron y me encargaré de vengarlos.+

Mi cabeza era un caos al echar sus palabras, vi como sus ojos cambian al ver detrás de mi, saco de su costado una espada.
Me giré al ver que era lo que está atrás.
                     " Eres tú"
Él estaba aquí, ese lobo grisáceo con sus hermosos ojos que ahora mismo se habían convertido en rojos, con una mirada de pocos amigos, que gruñía para abalanzarse a la persona que hace un instante me estaba hablando, se encontraba unos pasos de nosotros.

Vi como él venía corriente en nuestra dirección, y mi acompañante se ponía en posición de defensa.

No sabía qué hacer lo único que se me ocurrió fue correr hacia ese lobo, él lo notó y me miró gruñendo.
(¿No quería que me acercará?)

No le  hice caso, observando como mi acompañante ahora mismo era él que estaba listo para atacar.
Abracé ha aquel lobo y grité con todas mis fuerzas aquel sujeto de capa.
-.¡¡No le hagas dañó!!.-
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