El mate de la alfa

Cap64

Danielle:

Anoche no pude dormir, no pegué el ojo en casi toda la noche, hasta hace unas horas concilie el sueño.

Ahora voy dirigiendome a la casa de la Alfa, aunque es muy temprano sirve y puedo pasar tiempo a lado del Cris y saludar a Kei.

El recorrido hacia mi destino es un poco largo, mi casa no está muy cerca pero al fin la veo más cerca.

Ágilmente llegó a la puerta principal, si en esperar mucho está es abierta por Nana.

Al verme me regala una de sus sonrisas, cuando era pequeño y venía a jugar con Cris, Nana era increíble siempre que me que me quedaba nos preparaba aperitivos deliciosos y a veces se quedaba a ver películas con nosotros.

Tan rápido como le correspondí el gesto, me tiré sobre ella para darle un abrazo.

Me invitó a pasar y desayunar con todos, al parecer llegué muy temprano.

Entré siguiendo a Nana a la cocina para ver si no necesitaba ayuda.

Nana se percató de mis ganas de ayudarle, pero aun así me detuvo  con un gesto al molesto.

+. Tú eres un invitado Dani, actúa como uno pequeño, Nana se encargará de lo demás.+

Bajé la mirada y entendí a lo que se refería.

-. Está bien.. Nana.-

Me invitó a dirigirme al comedor dónde los únicos que faltaban en bajar era Keileb y Dylan.

Me senté cerca de Cris teniendo una mirada asesina en mí, cosa que no le dí importancia porque me imaginaba quién pudiese ser.

Uno a uno fue llegando el desayuno con todos ya en la mesa, excepto ¿Nana?.

Tan pronto como terminaron de repartir me apresure a buscarla con la mirada, y de igual manera pasó eso con Keileb inquietó por lo que veíamos.

Nana al parecer indujo lo que queríamos decir, y con cariño nos respondió.

+. Hey tranquilos me adelante, hoy les di salida temprano a la servidumbre, no se preocupen por mí.+

Sus sonrisas siempre tienden a calmarte como si de un niño se tratase.

Dejamos de indagar en el tema, y Nana desaparece llendo a las habitaciones.

El desayuno fue tranquilo, y sin lugar a dudas fue delicioso aunque eso no bastó para hacerme olvidar de mí malestar.

Tan pronto como terminamos, el Alfa me invitó a pasar a su despacho, mientras los demás se dispersaban de igual forma del comedor.

Enseguida, mi mente se preguntó ¿qué era lo tan importante que tenía que hablarme? Qué yo recuerde no hay algún tema en específico pendiente.

Al entrar ví como se acomodaba algo pensativa frente a mí.

Mantuvimos un rato conversando de trivialidades, hasta que por fin llegó el momento.

Ambos nos interrumpimos, fue algo gracioso pero lo decidimos rápido.

Ella habló primero, expresando lo preocupada que se encontraba en buscar una alternativa para mañana.

Por un momento se me había olvidado por completo de que mañana es la gala.

Me explicó su inquietud, al no saber que hacer con Jayden y Keileb.

Es seguro que ambos no deben asistir, por su seguridad y nuestra.

Empezamos a idear un plan, me aproveché un poco para comenzar a indagar sobre ese chico.

Le pregunté libremente sobre la procedencia de ese chico, me contó parte de su historia, y al parecer familia no tiene.

Escuché atentamente todas las partes de su vida.

Insistí en preguntar varias veces si ella estaba segura que él no conoce a nadie más y como tal su respuesta fue la misma un “no”.

Al parecer la irrite con mis preguntas continuas, se la paso un largo rato analizandome hasta que por fin lanzo una pregunta.

+. Ey.. Danielle ¿pasa algo con Jayden? O ¿a qué viene tanto interés?.+

Este era el momento, no creo que se repetiria está oportunidad.

Puse mi cabeza en orden y finalmente respondí.

-.Alfa.. si yo le dijera algo de su mate, ¿me creería?.-

Frunció el ceño y contestó inmediatamente.

+. ¿A qué te refieres? No comprendo lo que dices, deberías explicarte y decírmelo claro.+

Imaginé en mi cabeza las dos opciones que podían pasar positiva y negativamente, pero a ciencia cierta no sé cómo reaccionará.

Le dí vueltas a la asunto y me decidí.

-. Lo ví en el bosque con sujetos extraños no contenían olor y llevaban capas negras, le entregaron algo y luego desaparecieron, sé qué tal vez no me crea pero es la verdad Alfa.-

Lo dije tan rápido que no sé si me explique bien.

Bajé la mirada, en espera que se molestará o me creyera dudosamente, pero.. no hizo nada.

Levanté la vista y ella ya había cambiado de posición, estaba seria recibiendo lo que yo decía.

El silencio reino por un largos minutos, y al final fui yo quién habló.

-.Alfa...-

«¿me creerá o no?
No lo sé realmente.. pero me siento más tranquilo»
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