El mate de la alfa

Cap41

Dylan:

No quiero herir a ese chico, pero Rey no me deja otra alternativa, cuando menos me lo espero bajo la guardia y él aprovecha para tomar el control.

Precisamente hace rato en la habitación de Keileb, me sorprendió que mi amigo ya no haya seguido insistiendo y lo agradezco porque no sabría cómo plantearle la situación.

Después del desayuno observé cómo Cris se metía en su habitación, sin saber que yo estaba pendiente de su movimientos. Decidí dejarlo en paz y me encerré en mi cuarto también.

Por primera vez en varios años pude conectarme con Rey en mi interior, mis ojos se cerraron y al instante ya no me encontraba en mi cuarto sino en un lago nocturno con el cielo nublado. Lo único que daba luz era el resplandor de  un luna queriéndose asomar entre las nubes, mostrando la silueta un lobo negro que parecía estar descansando en el pasto.

Mis ojos parecían jugarme una broma, frente a mis ojos estaba ella también, acariciándolo.
Mi lobo se veía feliz en ese instante, pero una ráfaga de viento azotó provocando que él se diera cuenta que solo era una ilusión. Ella no estaba aquí, ella había muerto.

Un dolor en mi pecho se intensificó al igual que esa vez que supe de su muerte.

Ahora mismo mi lobo lloraba aullandole a la luna por la pérdida de su pareja, su alma gemela que tristemente no tuvo la oportunidad de poder tenerla a nuestro lado.

Ella era una humana, que cuando la conocí ella ya estaba casada con un humano teniendo dos pequeños hijos frutos de ese lazo matrimonial.

Mi padre en ese entonces estaba tan obsesionado en que la Luna Elena hiciera el acuerdo de la unión de las dos manadas porque ni yo ni Lunev habíamos encontrado a nuestro mate.

Sabía que sí le decía a mi padre que la había encontrado no la aceptaría por el hecho de ser humana y me obligaría a rechazarla, a un sabiendo que ella ya había hecho su vida.

Mi padre era un hombre muy respetado y como no, si era el Alfa  de una de las manadas más fuertes “ Red Blood” , empezando así a consumirse en el poder, desde que mamá falleció cuando yo apenas tenía 6 años, mi padre cambió radicalmente en todo los sentidos.

La bella chica que tenía mi corazón sin saberlo se llamaba Lía y trabajaba a diario en una florería no tan lejos de mí manada la primer vez que la ví cautivó todo mi ser, tenía una belleza sin igual, la observaba a seguido sabía que era una chica que le encantaba ayudar a los demás sin pedir nada a cambio sin lugar a dudas era perfecta.

La primera vez que me decidí en presentarme frente a ella, fue el mejor y peor día. Su hermosa sonrisa me deslumbraba, ella pensaba que era un cliente más y me atendía amablemente, todo iba genial, el estar junto a ella era mi mejor medicina, aunque ese mismo día fue cuando vi a dos pequeñines  gritando: mamiii y un joven acercarse a ella dándole un beso frente a mí.

En ese momento Rey estaba incontrolable lo único que quería era asesinar a ese muchacho y raptar a mí alma gemela.
Rey estaba herido eso lo sabía, pero mi egoísmo era más, prefería que él y yo sufrieramos antes de destruirle la vida a esa muchacha.

Pasé mucho tiempo llendo cada vez que podía a fingir ser un cliente frecuente de su local.

Ella nunca supo que lo único que anhelaba era verla cada día. Con el tiempo logré ganarme su confianza y se podría decir que su amistad.

Con eso tenía suficiente en ese entonces, empece a llevarme mejor con Lunev y pude formar también una bella amistad.
Esos cortos años Lía me cambio, ya no era ese chico tan arrogante, entendía bien que el mundo era mejor si podías ayudar a alguien más.

Mi vida se volvió ordinaria Rey dejó de hablarme, y realmente no le daba importancia a un sabiendo que el estaba perdiendo su fuerza cada día.

Hasta esa noche que mi pecho aprisionaba el poco aire que retenían mis pulmones y no dejaban sacarlo ni meter aire limpio, mi cuerpo empezaba a sudar y en verdad nunca había experimentado este dolor ardía como el infierno algo dentro de mí.

Sabía que Rey también lo podía sentir, a duras penas pase la noche y al día siguiente me llegó la noticia, Lía había muerto en un accidente de coche la noche anterior.

Despegue mis pensamientos recordando el pasado y de nuevo  seguía viendo a Rey destrozado.
Extrañamente una luz se encendió, un lobo rojizo apareció frente a mí dirigiéndose a mi compañero. El al sentirlo se paró de golpe, supuse que lo atacaría, pero...eso no sucedió.

Al contrario lo lamió cariñosamente, esto era increíble Rey estaba irreconocible, estaba demasiado juguetón ante la presencia de ese lobo. En mi vida eh visto un lobo tan bonito, por el tamaño sé que no es un Alfa, no sé qué pasó pise una rama y aquel lobo rojizo me miró, sus ojos me decían muchas cosas sin poder describirlas y fue ahí dónde su olor me invadió era él.
«Era el lobo de Cris..»
Al verme por unos segundos dirigió su mirada a Rey llenos de melancolía y se fue en dirección contraria dejando a Rey solo de nuevo.

Me quise acercar a Rey  y tal parece que no le agrado mucho el que lo intentará, porque se levantó poniéndose algo molesto gruñendome.

No lo entendía a un.. qué idiota soy.

Su voz retumbaba en mi cabeza al fin se dignaba a hablarme.

~
-.¿Qué es lo que quieres ahora Dylan? No puedes dejarme en paz de una buena vez, no se por que la diosa me  dió un humano tan imbecil como  tú.-

Sus palabras me lastiman sabía que tenía razón, yo no preocupaba por él en lo más mínimo.

-. Perdoname.. lo siento por no pensar nunca en ti.-

-. Deja de culparte y de cerrarte a ser feliz me enferma, siguiendo así solo acabarás con nuestra vida. Ya no me interesa seguir...-

-. Rey.. no puedo lo lamento no se por qué no puedo darme una oportunidad.-

-. Si tú no puedes.. nadie lo hará por ti, si ya tomaste una decisión yo la aceptaré soy parte de ti y por ende me afectará. Lo único que te pido es que me dejes tranquilo si tú decisión es la misma que la mía.-

Sentí como varias lágrimas salían de mis ojos y al fin desperté.

Vi la hora y me fui mucho tiempo para mí solo fueron minutos.
Apenas empezaba la tarde salí de mi habitación rumbo al bosque pasé por los guardias y me dieron un mensaje para Lunev de Cris. Me regresé a buscarla y la encontré en el despacho debajo de un momento de papeles, pensó que era la servidumbre y preguntó.
+. Saben algo de Cris no lo eh visto en todo el día.+

-. Dijeron que había salido, supongo que no tarda en llegar.-

Dejó de ver los papeles y me miró algo sorprendida supongo que no creía que fuera yo.

-. Eso fue lo que el guardia me dijo.-

Apenas y terminé de decir esas palabras cuando por la puerta estaba llegando el mencionado alegremente.
Al entrar pude percibir su olor algo diferente una extraña combinación de otro ahora mismo.¿Por qué? ¿ De dónde venía ese otro olor?
Mil preguntas inundaban mi mente pero al verlo entrar ni  siquiera me prestó atención pasando de largo.
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« ¿Realmente eso era lo que quería?»