cap71

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Cass:

Mis mejillas ardían a más no poder, me sentía agitada por lo que acababa de suceder.

Salí corriendo de ahí sin pensarlo, si me quedaba unos instantes más cometería una locura.

Cerré mi puerta tratando de controlar mi respiración al igual que las emociones en mi interior que estaban brotando.

Inconsistentemente cerré mis ojos, y mierdaa..

Ahí estaban esos ojos café.

//Noooo, eso no puede pasarme//

Me senté en mi cama, cuando escucho los golpes en mi puerta.

Sabía perfectamente que se trataba de Nana, espere a que se fuera y abrí la puerta notando lo que se encontraba en el suelo, rápidamente lo tomé y volví a entrar a la habitación.

Esa pequeña caja me llamaba, sabía lo que seguía.

Lentamente la abrí, encontrando el amuleto y a su lado un pequeño trozo de papel doblado.

Suspiré tratando de calmarme.
Tomé la nota y la leí:

“confío en ti Cass, no me decepciones”

Dejé la nota sobre la caja y saqué lentamente la cadena con el dije del lobo.

Recordé el aroma que emanaba de Jayden a eucalipto y tierra mojada.

Me coloque la cadena y salí tranquila con dirección al jardín.

El día aún no acababa eran al rededor de las 5:15 PM teniendo tiempo de sobra para explorar toda la casa.

Necesitaba encontrar alguna anomalía en los olores que emanaba cada uno.

Y por alguna extraña razón me acordé.

Moria de curiosidad el saber el verdadero olor de Kei.

Ahora que lo recordaba era él único al que mi nariz no podía ubicar con facilidad por más que lo intentará, el seguía sin contener olor.

Extrañamente toda la casa estaba mezclada con mayores olores de los que habitualmente hay.

Me la pasé caminando por un largo rato al rededor de la reserva sin suerte alguna me sentía igual.

Pasé por el prado que yacía al interior del bosque, pero algo me detuvo.

Ese olor lo conocía, no quería toparmelo aún, pero tan siquiera quería contemplarlo a distancia.

Me acerque un poco, y para mí sorpresa no había nadie.

¿Cómo eso era posible?

Tan pronto como me senté en el tronco del árbol central.

Alguien salto desde un árbol y cayó a tierra, el aroma llegó a mis fosas nasales y era él.

Mis ojos se negaba a verlo y pero obviamente al final me dí por vencida.

Mi mirada se congeló...

La persona que tenía en frente no era él.. ¿Por qué?

El aroma me señalaba que él era el poseedor de ese olor.

¿Cómo?

No sé cuánto tiempo me quedé perpleja que incluso él se acercó a mí.

+.Cass, ¿estás bien?.+

-.¿Eres tú? Siempre fuiste tú..-

No puedo creerlo, mi cabeza ato cabos.

Mi única reacción fue abrazarlo.

Niño estúpido.. siempre lo eh visto como un hermano menor.

A pasado por mucho, y aún no puede ser feliz por engaños que ni su misma mate se a dado cuenta.

Iba ser capaz de abandonarla para que ella fuera feliz con alguien más.

Matando sus sentimientos si era necesario..

En ese instante mi corazón quería romperse en pedazos no solo por saber la verdad, sino porque.. el causante era aquel intruso que a mí corazón hacia latir.

Por un instante olvide que Keileb seguía entre mis brazos cual chiquillo, sin saber de qué iba esto.

Me miraba algo asustado por mi actitud.

No duramos mucho tiempo así por un carraspeo que me despertó y venía con ello un aroma embriagante a más no poder que nublaba mi mente.

Olía a chocolate y fresas, amaba esa combinación sin lugar a dudas, pero ahora no era el momento de dejar salir a Cam que cada vez arañaba en mi interior.

Su mirada quería asesinarnos de eso estaba segura.

Su ceño se encontraba fruncido haciendo sus facciones duras.

+. No sabía que interrumpía algo.+

Su voz no dejaba de mostrar su enojó.

Nos separamos al instante, mi mirada conectó con la suya y lo supe.

«él era mío»

No me importó que Keileb nos observará, lo tomé por el brazo y salimos de su visita dejándolo sólo.

Jayden trataba de soltarse de mi agarre bruscamente pero al igual no lo soltaría.

Se rindió y dejó que yo lo guiará.

Caminamos por varios minutos, y al fin llegamos al lugar indicado.

Era seguro que aquí nadie llegaría, lo solté bruscamente posicionadolo de frente hacia mí.

-. ¿Quién jodidos eres Jayden?.-

Mi voz proyectaba la furia que empezaba a incendiar en mí.

Sus ojos no mostraban nada, eso me irritaba un más.

Aún cuando sabía lo que Cam y yo sentíamos por esta persona, quería saber la verdad.

¿Iba ser capaz de atar su vida alguien más que no fuera yo?

Joder, mi sangre arde aún más al imaginarlo.

Sabía desde el primer momento que él no era alguien común.

¿Es que acaso no va decir nada?

-. ¿Por qué hiciste eso?, ¿qué ganabas?.-

Él parecía dudar cada vez, sin poder articular palabra.

+ Oye Cassandra.. ¿De qué hablas?.+

// *Shit
Lo arruinaste por completo//

Pudimos a ver tenido una oportunidad, pero tú a un sigues mintiendo.

-. No sé porque hiciste algo tan cruel engañando a todos y aún más engañarme a mí, con sentimientos que no sentías, quiero que te vayas ahora mismo.-

Mis lágrimas trataban de salír, pero no lo permití.

«Mi voz sonaba dura, diciendo cada una de esas palabras que hacía que mi corazón se quebrará de una buena a vez.»

                        💔






El mate de la alfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora