El mate de la alfa

cap77

Alfa lunev:

Mis colmillos mordieron ferozmente.

El sabor de su sangre impregnada en ellos me despertó.

¡Cass!

Solté bruscamente su cuello, me alejé un poco y regresé en sí.

Me asusté al ver como su forma lobuna desaparecía dejándome ver aquella chica.

«Mi beta y mi amiga»

Su cuerpo mostraba golpes y rasguños que pronto sanarían.

La herida de su cuello era la que me preocupaba, la sangre aún no dejaba de salír.

Los nervios se apoderaron de mí.

¿Qué fue lo que hice?

Me atreví a herirla..

Mi mente recordó lo sucedido hace unos momentos.

Mi pelea no era con ella, era con ese traidor.

¿Por qué tuviste que entrometerte?

Me transformé de nuevo a humana, acercándome al frágil cuerpo lástimado de mi beta.

Tan pronto como llegue a él, no tardó en llegar Dylan tomándola con cuidado entre sus brazos para llevarla a casa.

Él me miraba fijamente, tratando de leer mis pensamientos.

No pudo hacerlo y se marchó a casa.

Yo no me quedaría así.

Mi cabeza aún no aceptaba  que todo esto fue una mentira.

Él nunca fue para mí.

¿Por qué me engañó?

Mientras mis pensamientos brotaban, mis pies me dirigían al prado.

Ése lugar en dónde empezó toda esta mentira.

Me encontraba justo enfrente de ese árbol, que muchas veces fue mi lugar favorito, aquí venía a desahogarme cuando lo necesitaba.

Incluso en ese mismo árbol fue dónde me encontré con Keileb en mi forma lobuna por primera vez.

Mi suspiró se alargo eventualmente al recordar esa tarde.

Espera..

Keileb? !!

Durante todo esté día solo lo ví en el desayuno.

¿Dónde se se habrá metido?

Me alegró que no viera todo esto.

Mi mente me mandaba su retrato.

¿Es qué acaso lo extrañaba tanto?

Mis ojos se posaron en aquél árbol, cuando salió inesperadamente una mariposa verde colocándose frente algo tirado.

Salió volando al instante, y aproveché para acercarme.