Cap60

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Alfa Lunev:

Verlos en esa posición algo comprometedora, me hacía hervir la sangre.

Keileb se encontraba sobre ella, con una sonrisa divertida.
¿Acaso era algo divertido?

Yo no podía compartir ese sentimiento, se perfectamente que Cass sintió mi mal humor.

Es mi Beta, mi amiga y mando derecha, es la única me comprende y me ha apoyado incondicionalmente.

Ví que rápidamente ambos se levantaron del suelo. Tan pronto como pudo Cass salió de ahí dejando solo a Keileb.

Por instinto me decidí a ir tras ella, sin importarme dejar atrás a Jayden.

Corrí directo hacia el bosque, sentía el aroma de ella cerca sin duda alguna.

No tarde mucho en alcanzarla, sabía que obviamente hoy sería ella mi presa.

Paró su caminar y se dio media vuelta para quedar frente a frente.

Su mirada parecía rígida hacia mí persona, lo cual no sabía el motivo.

Sus ojos cambiaron radicalmente de color en un instante dejándome saber que la que estaba justo aquí era su loba.

+. Lo siento mi Alfa pero al parecer Cass no quiere enfrentarse a usted con el control de Lyla sobre usted.+

Sus palabras me toman por sorpresa.

//Lyla no tiene el control ahora, soy yo ¿Por qué dice eso?.//

-. Cam.. Lyla no tiene el control, soy yo.-

+.Alfa sus ojos no dice eso..+
// Espera ¿Qué?//

Frunzo el ceño al oír su respuesta. Mis ojos ¿Cambiaron?

-.Soy yo la que tiene el control, basta de charla y déjame divertirme un rato.-

+. Recuerde alfa que no somos presa fácil, el desquitarse por algo que causó su mal humor no es muy regular en usted, hace mucho que no lo hacía.

Mi curiosidad es..

¿Por qué será? No cree..

Perdón la pregunta sería mejor
¿Por quién?..

Me equivoco.+

No me agrada la forma en que habla Cam, me irrita más de lo debido.

Se bien que hace mucho dejé utilizar a mi beta como desquite de mis enojos. Ella nunca me lastimó siempre era yo la que atacaba y me calmaba.

Pero por el contrario hoy ella si tenía una participación por mi mal humor.

Dejé de hablar y me lancé contra ella, fue rápida hacía mi movimiento esquivando mi ataque.

Sin embargo su acción me enfureció más de la cuenta, en mi mente lo único se encontraba era el vivo retrato de la escena de hace unos momentos.

Esas miradas cómplices que compartían me hacia desbordar una extraña rabia.

Nunca había experimentado este sentimiento, ahora mismo mis ataque no son era para saciar mi malestar de alguna tontería.

Realmente ella era mi objetivo, la veía como si realmente quisiera herirla.

Mis esfuerzos por tocarle con mis movimientos era en vano, era buena para su propia protección, esto me estaba empezando a exasperar.

Sabía de ante mano que la persona con la que estaba luchando era Cam.

Su loba no me haría daño sin el consentimiento de Cass y además cabía recordar que me debía respeto y nuestra amistad  no daban lugar que pudiese rebelarse contra mí.

El mate de la alfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora